Los candidatos del PP a la Alcaldía de Zaragoza y al Gobierno de Aragón, Jorge Azcón y Luis María Beamonte, respectivamente, elevaron ayer el tono de sus críticas al PSOE en la recta final de una campaña que hasta ayer había mantenido un tono de mayor moderación. Recuperaron el catálogo de reproches que no les dio buen resultado en las pasadas elecciones generales, pero aun así, volvieron a apelar al riesgo de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se alíe con los que «quieren vender España» y a los que «va a indultar», con los podemistas del «chalet de Galapagar» para seguir con el «Falcon», con el «atraco al bolsillo de los aragoneses» para denunciar la política fiscal del Gobierno de Aragón y su voluntad «confiscatoria», o con la oposición a que los ciudadanos «tengan libertad para elegir dónde quieren educar a sus hijos».

Ante estas críticas, tanto Azcón como Beamonte apelaron al «sentido común» del Partido Popular, por lo que consideraron que es el voto que puede acabar con estas políticas. Así lo hicieron en el acto, ante un concurrido auditorio, en la parte trasera de la Lonja de Zaragoza, «ante nuestra Virgen y nuestro río», como destacó el introductor del acto, el presidente del PP de Zaragoza, Javier Campoy.

Jorge Azcón, candidato del PP para ser el alcalde de la capital aragonesa, lamentó que en estos cuatro años de gobierno municipal de ZeC, se haya hablado más «de la gomina del alcalde y del color de la bandera que se pone en el balcón del ayuntamiento» que de «lo que verdaderamente importa a los ciudadanos, de las aceras, del estado de las calles, de arreglar los problemas de las personas».

El candidato popular criticó a los «indocumentados» que critican las donaciones del propietario de Inditex, Amancio Ortega, y aseguró que si él es alcalde, «invitaré a dar conferencias a Amancio Ortega, y no a terroristas del GRAPO». Al respecto, denunció que Podemos critique a alguien que crea «tantos puestos de trabajo» cuando es el partido de Echenique, que «solo ha creado un puesto de trabajo y no pagaba lo que debía», en alusión a la situación irregular de su fisioterapeuta.

Azcón señaló que no es casual que Zaragoza sea la ciudad más endeudada de España «tras 16 años de gobiernos de izquierdas», por lo que solicitó el voto al PP porque «arreglará las cuentas» y pondrá «alfombra azul» a las empresas y a quien «traiga riqueza». Azcón señaló que con el PP se pasará de «un infierno fiscal a una revolución fiscal».

En esta línea, el candidato a la Presidencia de Aragón, Luis María Beamonte, volvió a incidir en la masiva bajada de impuestos que propone el PP porque, a su juicio, eso generará más consumo y más riqueza. «Que dejen de decir sandeces (en alusión al PSOE) de recortes en derechos», indicó Beamonte, quien denunció que con «2.000 millones más de ingresos», el PSOE de Lambán, «que también es sanchista», no ha mejorado ni las carreteras ni la sanidad, con grandes listas de espera y sin acabar los hospitales de Teruel y Alcañiz.

Beamonte empleó un tono duro para referirse a las políticas de Lambán y al «intercambio de sillones» entre PSOE y Podemos, y apeló al voto del PP como el de «la libertad y el sentido común».

Criticó que Aragón no haya sabido atraer empresas y prometió que pagará la deuda de la comunidad autónoma con el Ayuntamiento de Zaragoza. Beamonte indicó que «no tenemos miedo a nadie, ni en los buenos ni en los malos momentos, ni a pesar de las zancadillas» que puedan sufrir los conservadores.