El PAR es claro en su política fiscal para Aragón. En términos generales, como dice textualmente su programa, aboga por un «alivio de la presión tributaria», de forma que así se impulse el crecimiento y se dinamice la economía. En el terreno práctico, los nacionalistas de centro piden reducciones concretas en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Apoyan la reforma del Impuesto sobre el Patrimonio y promueven deducciones fiscales a nivel autonómico para las empresas que inviertan en investigación de forma estable y continuada. Asimismo, propugnan la supresión total de los impuestos de sucesiones y donaciones, sin que ello perjudique a la financiación de la comunidad. En el caso de las empresas familiares, exigen modificaciones muy detalladas en el decreto legislativo 1/2005. Del tramo autonómico del IRPF señalan la necesidad de poner en marcha ayudas fiscales para las familias. Por otro lado, abogan por un impuesto sobre recalificaciones urbanísticas y promueven algunas bonificaciones en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.