Si a Jimi Hendrix se le consideró, considera y considerará un virtuoso de la guitarra y una estrella de su género, Diego González Rivas (La Coruña, 1974) bien podría ser su homólogo en el quirófano. Gira desde hace años por todo el mundo, aunque como buen gallego siempre tira de morriña para volver a casa cuando puede. No muchas veces. «Realizo 800 cirugías al año y llevo unas 5.000 en mi carrera. La que acabo de hacer en el hospital Miguel Servet es la segunda de estas características que lo hago en mi vida», contaba tras terminar la intervención.

Su agenda está completa hasta febrero del 2020 y su presencia en Zaragoza es fruto de una excelente relación con otros cirujanos y una fecha fijada hace un tiempo. Porque Rivas, sobre todo, debe trabajar con antelación para cuadrar su día a día ya que ha llegado a operar en más de 100 países. «Hice otro caso en Shangái de estas características, pero que yo sepa fuera de China no se ha hecho nada igual, al menos en Europa», recalcó ayer.

En el 2010 apostó fuerte, pese al escepticismo del sector, por implantar la cirugía uniportal (torácica mínimamente invasiva o videoasistida) con el fin de sustituir las dos o tres incisiones habituales en operaciones de pulmón por una. Hoy es una de las técnicas más expandidas. El Shanghái Pulmonary Hospital es su centro de trabajo y en A Coruña donde empezó a fraguar sus ideas y, actualmente, el centro referencia en España para este tipo de operaciones.

Ayer también le acompañó César Bonome, anestesiólogo del Complejo Universitario Hospitalario de La Coruña que cuenta con la mayor experiencia nacional en técnicas anestésicas sin intubación orotraqueal. Ambos forman la pareja perfecta y su precisión a la hora de trabajar, así como sus ganas, se palpó durante la intervención en los quirófanos del Servet.

PREMIO DE MEDICINA

Su intervención fue retransmitida en directo en un aula donde se reunieron cirujanos de toda España. Rivas, como Hendrix, también mueve masas y hace unos meses recibió el Premio Nacional de Medicina de China.

Es decir, el galardón del país de Oriente recayó en un gallego, el primer extranjero que lo recibe. Otro hito de Rivas que, con el ritmo de vida frenético que lleva, ha confesado en varias entrevistas que su involucración laboral le ha hecho renunciar, por ejemplo, a formar una familia, tener una vida personal asentada en un lugar o planes de ocio.

Su vocación está en el quirófano y su técnica causa furor en China, un país especialmente golpeado por el cáncer de pulmón por los altos niveles de polución y la elevada prevalencia del tabaquismo. Allí Rivas es un auténtico referente y es requerido en cualquier zona del país.

SEIS MESES EN SHANGHÁI

Este gallego pasa unos seis meses del año centrado en su labor en el Shanghái Pulmonary Hospital, donde dirige el mayor programa de entrenamiento quirúrgico en la historia: más de 600 cirujanos de más de setenta países se han formado en los últimos seis años a su lado y el año pasado superaron las 15.000 operaciones de carácter mayor. Con tanto viaje, Rivas dice que nació «inmune» al jet lag, que apenas le dura unas horas. Entre operación y charlas saca hueco para realizar masterclass en cualquier punto que se le requiera.

El aprendizaje de la técnica que él ahora enseña lo descubrió en Estados Unidas. Allí trabajó, mediante la intervención de dos incisiones, codo a codo con Thomas D’Amico, uno de los cirujanos más importante del mundo y su mentor. Cuando volvió a España y, después de tratar muchos casos, se dio cuenta de que cuando operaba ponía el instrumental a través de una sola incisión. Y ahí surgió su gran idea.