Isabel siempre quiso formar una familia por lo que no dudó hace siete años en adoptar a una niña para empezar a formar la suya propia. En un principio solo iban a estar ellas dos, pero hace dos años se volvió a lanzar de cabeza a por otra pequeña que tan solo tenía cuatro meses. «En ese momento yo estaba sola y adoptar no era mi plan B, desde el principio siempre había sido el A».

Actualmente Isabel disfruta de sus dos pequeñas de siete y dos años.

Isabel asegura que en su momento sí que pensó que podía ser un poco complicado estar sola en esta situación pero que siempre tuvo presente el apoyo de la familia. «Hay que tirar para adelante no, hay que pensar en las dificultades», explica.

Isabel vive en un pequeño pueblo de la localidad de Teruel y asegura que «no hay mucha gente» y no sabe «si hay más madres en esta situación» por lo que se puso en contacto con Amasol cuando se enteró que había muchas más madres en su misma posición y no duda en contar con su ayuda a pesar de la lejanía.

Respecto al trabajo, Isabel se considera «muy afortunada» porque es autónoma. «Tengo una pequeña empresa y tengo la posibilidad de organizarme los horarios» debido a que la plantilla está formada por mujeres e intenta en todo momento organizarse y compatibilizar con las entradas y salidas de los colegios y la vida familiar, en general.

Esto es una situación «atípica» y es por eso por lo que Isabel espera que en un futuro haya empresas «con iniciativa» y que se les facilite la labor de encontrar trabajo a las personas que quieren conseguirlo. «Yo tengo la suerte de trabajar por mi cuenta y económicamente no me va mal pero no es la norma de este tipo de familias que suele acogerse a trabajos precarios para intentar conciliarlo», explica. Además, Isabel asegura que nunca se ha sentido juzgada por su entorno y que siempre se ha sentido muy arropada por todos sus vecinos, con los que cuenta para cualquier cosa gracias a que se conocen todos y hay una mayor comunicación entre ellos, algo que no pasa en una gran ciudad.

Isabel también cuenta con el carnet de familia monoparental y que a pesar de que sí que les sirve para demostrar que la situación está presente, insiste en que «no está dotado de presupuesto y no tiene contenido», por lo que las ayudas para este colectivo siguen siendo necesarias. Isabel compara los beneficios con otros tipos de carnet con los que cuentan otras familias aragonesas y espera que «ojalá esto se consiga pronto» a pesar de que considera que es un proceso que «va muy despacio».

Isabel anima «a tomar esta decisión a cualquier mujer que quiera ser madre y decirles que se puede» a pesar de que hace hincapié en que las ayudas a este colectivo siguen sin ser suficientes.