Las órdenes de protección dictadas para mujeres víctimas de violencia de género en Aragón han llegado a las 433 durante el primer semestre del 2019, un 64% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando fueron 264. El dato, dado a conocer ayer, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, sigue la tendencia que también cumple el número de denuncias registradas en el mismo lapso en la comunidad y que dan pie a interponer esta medida preventiva. En este caso el repunte es menor, al pasar de las 1.980 que se interpusieron en los seis primeros meses del 2018 a las 2.000 que se han contabilizado hasta junio; así, se ha aplicado la orden de protección en el 21,6% de los casos.

La directora del Instituto Aragonés de la Mujer, María Goikoetxea, ha dado a conocer estas cifras y otras relacionadas con los servicios que presta la institución que rige. Los números aumentan en ambos casos, un hecho que pone de manifiesto que las mujeres «se sienten más empoderadas y acompañadas» en un contexto donde, a su juicio, las campañas de concienciación y la lucha del movimiento feminista están jugando su papel.

Ecos del pasado / Goikoetxea, que también ha desvelado que en la comunidad 249 mujeres portan un dispositivo de alerta para alarmar ante situaciones de riesgo, ha presentado este balance junto a la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Manuel Bellido, y el Fiscal Superior en la comunidad, José María Rivera. Una puesta en escena que quiso poner de manifiesto la unión de las instituciones para combatir esta lacra.

La consejera ha recalcado que «en ningún caso existen opciones neutrales sobre este problema» y que en la violencia contra la mujer no cabe la neutralidad, la distancia ni los eufemismos». Goikoetxea también ha insistido en que «solo desde la cooperación» se alcanzará «la igualdad real».

Con sus palabras puso la diana en algunos discursos políticos acerca del tema, como los de la fuerza ultraderechista Vox, y reivindicado la unidad institucional «en estos tiempos que vuelven a sonar ecos del pasado que nos quieren hacer retroceder, a convertir la violencia machista en una violencia doméstica o que solo se da en el ámbito privado». Por ello, ha concluido que se debe «formar parte de la solución» y «alzar la voz» para no ser «cómplices de esa violencia».

Cuestión de poder / Acerca del uso de los servicios del IAM hasta septiembre de este año, destaca que de las 1.393 mujeres atendidas en su apartado social, el 83,6% acudieron por asuntos relacionados con la violencia machista. Igualmente, de las 2.983 llamadas que recibió su teléfono de guardia (un 3% más que en el año anterior) 1.194 hacían referencia a algún tipo de maltrato físico, frente a las 1.022 del 2018.

«Simplemente se asesina por una cuestión de posesión, de poder del hombre frente a la mujer», ha aseverado Pérez, que ha recordado a la mujer asesinada ayer en Tenerife y las 1.028 víctimas contabilizadas desde el 2003. Pérez compartió con Bellido la necesidad de unión «de todas las instituciones» y el «compromiso» para que desaparezca este problema, mientras que Rivera manifestó que una sociedad «no es sana» cuando se encuentra con estas situaciones que «repugnan» pero que se siguen produciendo.