La armería Liso no es un negocio al uso. Su competencia no se se está en el resto de negocios del barrio de San Pablo, si no que ha de tenerse en cuenta al resto de Zaragoza y de Aragón. Y también a internet. Los Liso llevan desde el año 1956 en el barrio. En un primer momento estaban en la ahora extinta calle Escuelas Pías. En la actualidad llevan décadas en el número 83 de la calle Conde Aranda. Se dedican a la venta de rifles, armas de aire comprimido, ropa de caza y, en especial, a atender a las preguntas de los clientes que se acercan al local. «Ese es nuestro principal valor», explica María Ángeles Liso, tercera generación al frente de la armería. Según explica, internet, «como a todo el pequeño comercio», les ha hecho mucho daño.

«Aquí viene gente que nos conoce por el nombre, sí, pero también viene gente que ha comprado algo por internet y que luego no sabe como montarlo», cuenta uno de sus empleados. Lo que aporta pues el comercio de proximidad frente a las grandes multinacionales de compra on line no es otra cosa que la atención personalizada. «El otro día vino un señor que se había comprado una mira telescópica y no sabía encajarla en el arma. Nosotros le explicamos cómo, sin cobrarle por ese tiempo, le aconsejamos sobre el uso la mira y le vendimos munición. Eso en internet no lo puedes hacer», añade el dependiente de la tienda.

El futuro de este negocio depende de que el nivel de ventas del sector no siga cayendo y no de que no haya relevo. «No habrá una cuarta generación al frente de la armería, pero cuando llegue el momento de jubilarme yo creo que podríamos traspasarlo porque nuestro nombre lo conoce mucha gente y tenemos clientes fijos», concluye Liso.