Unas sillas colocadas estratégicamente delante de la barra y precintadas con una banda negra y amarilla ya avisaban ayer, en un bar de la calle Santander de Zaragoza, que el día había amanecido diferente. Adiós a los cafés rápidos, de esos de apoyar los codos mientras se ojea el periódico; adiós a las terrazas con grupos de más de diez personas; y adiós al ocio nocturno con música.

El primer día bajo la llamada fase 2 flexibilizada se estrenó con cierzo, pero este viento característico no logró airear, metafóricamente, ni las dudas ni la demasiada «incertidumbre» con la que subieron la persiana comercios, bares, restaurantes, empresas dedicadas a la organización de bodas y banquetes o locales de ocio nocturno. «Esto así, de un día para otro y después de lo que hemos pasado, nos ha cogido por sorpresa a todos», decía un camarero del entorno de la plaza Roma. Allí los vecinos, provistos de mascarillas en el día cuya obligación entraba en vigor, repetían su rutina diaria de desayunar, charlar con los amigos y tomar un café. Sin embargo, la preocupación estaba más en los propietarios y en un sector servicios que se siente mal parado con este retroceso.

Cierto es que la fase 2 flexibilizada no es la fase 2 pura del estado de alarma y se mantienen incluso medidas de la nueva normalidad, pero los aforos sí se limitan en bares y restaurantes, en plenas vacaciones de verano y con el turismo en el aire. El mismo aire que se entrecorta también en los ingresos, ya que muchos prevén pérdidas y ven el futuro «incierto».

«Un poco caos» / La orden publicada ayer en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) ratifica lo ya anunciado por la DGA el lunes, con aforos del 50% en el interior de los establecimientos de hostelería y del 75% en las terrazas, con diez personas como máximo. «Nuevas medidas, mascarilla obligatoria, gente despistada o personas que se juntan en una terraza sin saber que ahora hay límite. Es un poco caos», señalaba el propietario de un bar del Paseo Teruel de la capital aragonesa. Esta, junto a la Comarca Cental, Huesca ciudad y las comarcas orientales de Aragón, inician una fase 2 flexible que, por el momento, no tiene fecha de fin.

En el comercio minorista, mercadillos, centros comerciales, piscinas o ámbito cultural sigue el 75% de la nueva normalidad, pero muchos de estos negocios están estrechamente vinculados al turismo, que se va a resentir de manera directa. También los grupos deberán reducirse en celebraciones como bodas, por lo que las empresas dedicadas a este tipo de eventos temen posibles consecuencias, sobre todo derivadas de las cancelaciones.

Estos sectores son los que principalmente se van a ver más damnificados por las medidas, pero también hay daños colaterales, por ejemplo, entre los taxistas. Estos, con el ocio nocturno cerrado y con el turismo evitando venir a Zaragoza, van a bajar la bandera sin duda mucho de lo previsto en la nueva normalidad. Los campamentos y las colonias urbanas no experimentan cambios bajo este nuevo concepto de desescalada, pero sí lo harán las residencias y los centros sociales. En un primer momento no se preveían modificaciones, ya que estas instalaciones cuenta con una plan de contingencia propio una orden específica, pero la DGA optó ayer por extremar más las medidas de seguridad.

Cambios en residencias / De este modo, y mediante una nueva resolución del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, en todas las instalaciones que se encuentren en zonas de fase 2 flexibilizada habrá cambios en el régimen de visitas, salidas y servicios prestados.

Así, las visitas vuelven a circunscribirse a un familiar (no a dos) y por espacio de una hora, en el lugar habilitado por el centro y con cita previa. Las salidas a espacios abiertos dentro de las residencias se podrán prolongar más de una hora si el centro lo autoriza y podrán ser varios al día. En cuanto a los paseos fuera, las salidas vuelven a ser de una hora y a un kilómetro como máximo de la residencia. No existen franjas horarias estipuladas.

En el caso de espacios donde residen personas con discapacidad sí vuelve a las normas del 25 de mayo. Podrán realizarse por tiempo de una hora, pero se recomienda las franjas horarias de menos afluencia ciudadana (aunque no hay horarios establecidos). En caso de ser un grupo, este lo pueden integrar un máximo de tres personas con un responsable del centro. En ningún caso está permitido acudir a domicilios particulares.

Con la nueva situación epidemiológica de las zonas, se suspenden las salidas voluntarias de un mes previstas con reserva de plaza, si bien quien ya hubiera salido podrá volver «pasado un mes» y con las medidas sanitarias y de aislamiento estipuladas (test PCR y 10 días de aislamiento al regreso), según informó el Gobieron de Aragón. Si en algunos de estos centros se produjera la necesidad de llevar a cabo un acompañamiento en el proceso de morir, la resolución mantiene que dos personas puedan estar con el residente en este momento.

Hogares de día / En los centros de naturaleza no residencial (como hogares o centros de día), los ubicados en las zonas de la Comerca Central y Huesca ciudad podrán seguir prestando tratamientos individuales y de grupo, pero los de La Litera, Cinca Medio, Bajo Cinca y Bajo Aragón-Caspe se mantienen como el 25 de mayo, es decir, con prestación de algún servicio previa petición de cita al centro. El reglamento deja claro también que estos podrían adoptar medidas como denegar la entrada de un visitante o suspender un desplazamiento si el familiar, allegado o el residente (con pleno conocimiento de sus actos) incumplen las medidas de protección y seguridad establecidas.