Compras de Lotería de última hora: "Solo nos queda un número disponible"

Las terminaciones en 24 y en 29, día en que se produjo la catástrofe de la DANA en Valencia, son las favoritas de los compradores

Largas filas en la Administración de Lotería del Coso de Zaragoza, este sábado.

Largas filas en la Administración de Lotería del Coso de Zaragoza, este sábado. / LAURA TRIVES

Juan Sánchez

Este domingo se celebra el sorteo de la Lotería de Navidad desde el Teatro Real de Madrid. Como todos los años, el 22 de diciembre cientos de miles de personas estarán pendientes a la televisión con la esperanza de recibir como regalo previo a Navidad un pellizquito económico más o menos gordo. Esta vez la expectación aún será mayor, pues el día del sorteo cae en domingo.

Quizá por eso, los boletos este año se han vendido antes y a un ritmo más veloz que en anteriores ocasiones, según han afirmado distintas Administraciones de Lotería de Zaragoza. En algunos casos empiezan, incluso, a escasear los números disponibles y los vendedores van a tener que recurrir “a tirar de maquineta” para las últimas horas, puesto que a estas alturas no pueden obtener más cartones, o, directamente, a empezar con la venta de boletos de la Lotería del Niño.

A pesar de la alta demanda hasta el último momento, hay personas que se resisten a comprar su boleto. Como una suerte de talismán, esperan a última hora para acercarse a una administración y buscar suerte. En estos casos, lo más frecuente no es pedir un número concreto, ya que corren el riesgo de que se haya agotado, sino adquirir “lo que quede”. Independientemente de la terminación, de la simbología que pueda tener un número para esa persona o del lugar de compra, estos compradores depositan su fortuna en el boleto que nadie más ha querido.

La compra de un boleto concreto suele ir ligada a una cifra favorita, relacionada mayoritariamente con una fecha especial. Este año, además del día de boda o de cumpleaños de los respectivos jugadores, se añaden a la lista de más deseados los números terminados en 24, por el año que dejamos atrás en unos días, y en 29. Este último resulta especialmente curioso porque es el día en que se produjo la fatídica DANA en Valencia: 29 de octubre. Las personas que confían en esta terminación quizá confíen también en una especie de equilibrio vital, gracias al cual aquello que causó la devastación más absoluta hace casi dos meses, puede ser ahora motivo de celebración para otra gente.

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