Citroën BX: la historia del coche que bajó de La Torre Eiffel

En 1887 comenzó en París la construcción de La Torre EiffelLa Torre Eiffel, el icono parisino que fue creado para la décima edición de la Exposición Universal de 1889. La construcción de la mítica "Dama de Hierro" fue seguida con atención por el pequeño André CitroënAndré Citroën, que por aquel entonces tenía nueve años y que amaba la arquitectura, puesto que representaba muchas cosas en las que creía: la fuerza humana sobre la materia, la tecnología al servicio de todos/as y las posibilidades casi infinitas de la ingeniería. Por ello, tiempo después, André consiguió convertir a La Torre Eiffel en el mayor soporte publicitario luminoso del mundo, escribiendo su nombre en miles de pequeñas bombillas en los cuatro lados de la torre y manteniéndolo encendido durante diez años (1924-1934).

En 1982, la marca Citroën Citroënvolvió a asociar su nombre a La Torre Eiffel. Y es que el 16 de septiembre de ese año todas las personas que pasaron cerca del monumento pudieron ver en el primer piso una gran caja de madera que descendía lentamente. El sábado 25 de septiembre de 1982, la caja finalmente tocó el suelo rodeada por la prensa especializada y recibida por Jacques Lombard, el Director General de Citroën en aquella época. La gran caja de madera escondía un Citroën BX rojo, el primero de una nueva generación de berlinas de la marca, un coche que fue revolucionario por múltiples motivos.

El nuevo Citroën BX se había anunciado unos meses antes, por lo que mantener en secreto sus novedades fue una tarea prácticamente imposible. La primera novedad que se anunció fue el propio proyecto del modelo, ya que su diseño fue fruto de la colaboración entre el Centro de Estilo de Citroën en Vélizy y el diseñador Nuccio Bertone. El deseo de la dirección de la marca de renovar profundamente su diseño la llevo a convocar un concurso internacional que ganó Bertone con un proyecto cuyo frontal recordaba al concept-car GS CamargueGS Camargue (1972) y cuya arquitectura se inspiraba en el prototipo Tundra.

El nuevo BX era un vehículo muy original para la época, puesto que mezclaba estilos que generaban un coche totalmente innovador y al mismo tiempo 100% Citroën. Esta innovadora berlina media de la firma francesa se presentó con tres motores de gasolina, dos de 1.360 cc con dos niveles de potencia (BX y BX 14) y uno de 1.590 cc (BX 16) que rendía 90 caballos de potencia. Sin embargo, tres años después, la familia se amplió con la llegada de los motores diésel de 1.900 cc (BX 19D) y 1.900 de gasolina (BX 19), así como de la versión con carrocería Break (1985), también en versiones de diésel y gasolina.

UN MODELO 'MADE IN SPAIN'

El Citroën BX también fue un modelo 'Made in Spain', del que se produjeron en el Centro de Vigo un total de 222.325 unidades. Entre 1982 y 1993, se fabricaron en total 2.135.000 unidades de este modelo, sin contar con las versiones comerciales derivadas como el BX Entreprise, que se fabricó todavía durante un año tras la llegada del XantiaXantia, el modelo que en 1993 sustituyó al BX en la gama Citroën.

ÉXITO INMEDIATO E INTERNACIONAL

Su línea innovadora, sus motores modernos y de elevadas prestaciones, su comportamiento dinámico y su confortfruto de la suspensión hidroneumática, convirtieron al BX en un auténtico best-seller. El gran éxito de este modelo también se debe a la versión de entrada de gama BX 12, equipada con un propulsor de sólo 1,2 litros de cilindrada que mantenía el confort de la hidroneumática y la seguridad de los cuatro discos de freno con servofreno; a la versión deportiva BX 19 GTi 16 Válvulas, que con sus 160 caballos de potencia alcanzaba los 220 km/h; y a las berlinas y Break 4x4, capaces de aventurarse en cualquier terreno.

CURIOSIDADES DEL CITROËN BX