Si una cosa caracteriza a los estadounidenses es ese afán por hacer las cosas más grandes y altas que el resto de los mortales. Todos conocemos el árbol más alto del mundo, una secuoya de 115 metros ubicada en California, o el 'Empire State Building' de 380 metros. A estos dos ejemplos hay que añadir el coche más largo del mundo que por supuesto se encuentra en Estados Unidos. La Cadillac Fleetwood Eldorado Convertible es una limusina de 30,54 metros de longitud creada en 1986 por el coleccionista y preparador de vehículos norteamericano Jay Ohrberg.
La limusina, bautizada como ‘The American Dream’ (el sueño americano) ha sido reconocida en dos ocasiones por el Libro Guinness de los Récords como el automóvil más largo del planeta. La primera fue en en el año 1986 tras registrar una longitud de 30,50 metros. La segunda fue el 1 de marzo de ese mismo años, tras ser restaurada por Michael Dezer y alcanzar los 30,54 metros de longitud, superando en cuatro milímetros su récord original.
La limusina construida por Ohrberg en 1986 sobre la base de un Cadillac Eldorado, tenía 12 ejes, 24 ruedas y dos motores V8 que permitían mover sus más de diez toneladas de peso. El habitáculo del Cadillac Fleetwood Eldorado Convertible era similar al de un autobús de lujo y contaba con un puesto de conducción en cada uno de sus extremos. La conducción de este vehículo era bastante compleja, ya que era necesaria la presencia de otra persona para maniobrar los ejes traseros a la hora de tomar las curvas.
Pero, sin duda, lo más sorprendente de este coche se escondía en su interior: decenas de asientos (con capacidad para 75 personas), una cama de agua de gran tamaño (XXL), nevera, televisor, teléfono, una piscina con jacuzzi y trampolín en la parte trasera, un pequeño campo de césped para jugar a golf y hasta un helipuerto capaz de soportar hasta 2.200 kilogramos.
Poco éxito derivado del precio de alquiler
No obstante, el poco éxito que tuvo ‘The American Dream’, en parte por su elevado precio de alquiler (10.000 euros al día), hizo que acabase abandonado en un almacén de Nueva Jersey en muy malas condiciones, con muchas piezas rotas y totalmente oxidado. Los años pasaron y en 2014 fue adquirido en una subasta por Michael Manning, propietario del centro de exposiciones Autoseum (Nueva York), que decidió restaurarlo.
Sin embargo, como los gastos para reparar el coche eran muy elevados, Autoseum no pudo hacer frente a la restauración y finalmente fue el coleccionista de automóviles Michael Dezer quien compró ‘el sueño americano’ y lo restauró a mediados de 2019, con la ayuda de Michael Manning.
Un proceso largo y costoso
El proceso de restauración duró tres años y costó más de 250.000 dólares. Dezer y Manning se vieron obligados a sustituir algunas piezas del vehículo porque estaban totalmente destruidas, como los dos motores V8, la transmisión, el techo y todos los elementos del interior, de modo que la limusina fuese habitable de nuevo.
El Cadillac Fleetwood Eldorado Convertible que aparece en la página web oficial de los Guinness World Records corresponde a la limusina restaurada por Michael Dezer a partir de las partes del vehículo original de Jay Ohrberg. Actualmente, el coche más largo del mundo está expuesto en la impresionante colección de coches únicos y clásicos del Dezerland Park Car Museum (Orlando, Estados Unidos).
