Desde que vimos sus primeras imágenes, y Land Rover avanzó las optimizaciones técnicas del nuevo Range Rover, teníamos unas ganas tremendas de verlo en persona, montar en su interior y, sobre todo, conducirlo. Y no eran unas ganas injustificadas, ya que una vez lo hemos hecho, os podemos decir que el buque insignia de la firma británica gana en persona.

El diseño es sencillamente espectacular, con unas líneas si cabe más limpias y esbeltas que las de su predecesor. Sin ningún apéndice que emerja de la carrocería incluyendo los pomos de las puertas enrasados , este gran todoterreno logra un excepcional coeficiente aerodinámico de 0,30. Pero que tenga unos contornos más amables no significa que pierda presencia; más bien todo lo contrario. El nuevo Range Rover es imponente, con un frontal más rotundo, un perfil que conserva la robustez que ha mostrado este modelo en sus 50 años de vida, y una zaga soberbia. Y no sólo por sus dimensiones, sino por la elegancia de todos sus elementos, destacando unos finos pilotos verticales camuflados en color negro.

Del interior podríamos hablar durante horas por su nivel de detalle, artesanía, calidad, sofisticación y tecnología. Pero lo resumiremos diciendo que este es el mejor habitáculo que hemos visto de este coche en toda su larga existencia… y eso es mucho decir. Si queréis más detalles sobre el interior, y sobre el nuevo Range Rover en general, los tenéis en este reportaje previo de nuestro compañero Josep Viaplana. Aquí destaremos lo que más nos impresionó a primera vista en esta toma de contacto, y fue la generosa carga tecnológica que ofrece, con infinidad de sistemas destinados al confort y el infoentretenimiento. Con hasta cinco pantallas a bordo (de 13,1’’ la central y 11,4’’ la de los asientos posteriores), asientos relax con función frio/calor, masaje, control total de todos los sistemas del vehículo y conectividad abosulta con el smartphone, incluyendo el asistente de voz Alexa, viajar en uno de los asientos posteriores del Range Rover es casi mejor que hacerlo en el propio sofá de casa. Gracias a sus dos batallas (estándar y larga) el nuevo Range Rover permite ubicar en su interior cinco, siete o cuatro asientos, ofreciendo en este último caso dos plazas posteriores de auténtico lujo.

Primera prueba del nuevo Range Rover

Pero el Range Rover es un coche que se disfruta en cualquiera de sus asientos, incluyendo el del conductor, ya que son muchas las mejoras dinámicas que se han introducido para mejorar su comportamiento en cualquier contexto: ciudad, carretera o montaña. Son cuatro los principales aspectos que han optimizado la conducción del ‘Range’: la avazanda plataforma MLA-Flow; la dirección a las cuatro ruedas que hace el coche más ágil y manejable en la urbe, a la vez que más estable y dinámico en carretera; el Dinamyc Response Pro Predictivo para un comportamiento más deportivo y eficaz; y el Terrain Response 2 para que el coche por sí solo sea capaz de adaptarse a cualquier terreno y sacarte de cualquier situación crítica más allá del asfalto.

En la presentación no tuvimos la ocasión de testear al nuevo Range Rover en un circuito off-road, pero sí lo llevamos por ciudad, carretera y puerto de montaña. Land Rover está muy seguro de la mejora que ha experimentado su busque insignia en cuanto a dinamismo, y para demostrarlo nos hizo recorrer casi 200 kilómetros por un angosto puerto de montaña. La conclusión: este ‘Range’ es capaz de disimular con gran eficacia sus casi tres toneladas de peso, al ofrecer un paso por curva rápido, una pisada firme en pleno viraje, una frenada sorpredentemente eficaz y con gran resistencia a la fatiga, y una salida de curva fulgurante gracias a la potencia de sus motores. No es ni mucho menos un deportivo, pero realmente sorprende que puedas ir tan rápido en una carretera de montaña con este transatlántico.

Tuvimos a nuestra disposición para esta prueba el gasolina V8 de 530 CV y el diésel de 350 CV, que sorpredentemente se mostró más ágil, fino y reactivo que el gasolina, pese a su menor caballaje. En total el nuevo Range Rover se ofrece con cinco opciones mecánicas: dos diésel con tecnología microhíbrida (MHEV) y etiqueta ECO con potencias de 300 y 350 CV; el citado gasolina V8 de 530 CV, que llegará a nuestro mercado a partir del próximo mes de marzo; y dos propulsores híbridos enchufables (PHEV) con la etiqueta ‘0’ de la de DGT, de 440 y 510 CV. Además, en 2024 llegará una versión totalmente eléctrica de la que todavía no tenemos datos.

Nos quedamos con ganas de probar los PHEV, para comprobar si es cierto que, como dice Land Rover, alcanzan los 103 kilómetros de autonomía libre de emisiones, y cómo son capaces de mover al ‘Range’ sólo con la propulsión eléctrica. Tendremos que esperar a una prueba más exhaustiva.

Precios del nuevo Range Rover

El nuevo Range Rover 2022 está disponible con un precio de partida de 140.950 euros, que corresponde sorprendentemente a una versión PHEV y no al motor diésel más contenido, por eso de las ayudas a los coches electrificados. Esta es la tabla de precios ‘desde’ del nuevo Range Rover, independientemente de los cinco acabados con los que ya se puede solicitar: SE, HSE, Autobiography y SVSV, además de la versión de lanzamiento First Edition, que todavía está disponible.

Carrocería Estándar (SWB)

Carrocería Larga (LWB)

Carrocería Larga con (LWB) 7 Plazas

Conclusión

A nuestro modo de ver, el nuevo Range Rover es más atractivo que nunca, además de ser el más dinámico, tecnológico y lujoso que se ha construido hasta la fecha, sin olvidar que es a su vez la generación más sostenible con dos opciones híbridas enchufables con etiqueta ‘0’ de la DGT, a la espera de la llegada de la versión 100% eléctrica en 2024. Si te puedes permitir su precio, e incluso lo aderezas con las personalizaciones de la variante SV, te aseguras un coche en el que disfrutar al máximo del viaje, sea donde sea el destino elegido, ya que el ‘Range’ nació como un vehículo capaz de llevarte indistintamente a la ópera o al fin del mundo, y así sigue siendo 50 años después.