Una de las cosas que echa para atrás a aquellos que se plantean comprar por primera vez una moto eléctrica es su fiabilidad, ya que estamos acostumbrado a la durabilidad de los motores gasolina, pero apenas sabemos nada de los propulsores eléctricos. Pues para disipar cualquier duda sobre la fiabilidad y consistencia de su moto eléctrica, Seat ha sometido al scooter a unas durísimas pruebas en todo tipo de ambientes y a temperaturas realmente extremas.

Distintas unidades de Seat Mó han tenido que rodar más de 4.400 km por nieve, hielo, carreteras mojadas, sin asfaltar, en la arena del desierto, y a temperaturas que han variado desde -10 grados centígrados a más de 45 grados, al realizarse test tanto en Baqueira Beret (Lleida) como en el implacable desierto de Tabernas (Almería), con 55 grados de diferencia entre ambos ambientes.

“Los test de calidad de Seat Mó tienen por objetivo garantizar que la moto será capaz de ofrecer potencia, velocidad, agarre y autonomía eléctrica en cualquier situación”, comentó tras el estudio Lucas Casasnovas, Director General de Seat Mó. Por ello se pusieron a los scooters 100% eléctricos “al límite”. Durante las pruebas, los ingenieros examinan que la batería, los componentes de la moto, así como la tracción y las suspensiones no se vean comprometidas en ninguna circunstancia y que los neumáticos no pierdan agarre.

Como ya pudimos comprobar en laCupra Snow Experience realizada en Finlandia con el Born 100% eléctrico, uno de los peores enemigos de las baterías de las que se alimenta el motor son las temperaturas extremas. Por eso para el equipo de Calidad e I+D de Seat era vital constatar que el funcionamiento de la moto no variaba incluso en temperaturas tan opuestas como los -10ºC de mínima en invierno en el clima de alta montaña de los Pirineos (Baqueira) y los hasta 45ºC de máxima de pleno verano en el árido desierto almeriense. “Debemos asegurar que la durabilidad de una misma carga no disminuirá drásticamente en temperaturas bajo cero y a la vez que la batería no se sobrecalentará en lugares de calor extremo”, explicó Casasnovas. Para ello, la batería cuenta con un sistema de autoprotección que, por ejemplo, reduce la potencia si percibe que se está calentando demasiado. Estas pruebas sirven para definir las configuraciones del modelo para mercados internacionales tanto con climas de frío extremo como cálidos y desérticos.

Pero la batería no sólo se ha de proteger del frío y del calor, sino también de otros agentes externos que la pueden dañar, como el polvo y el agua. Por ello este componente está completamente sellado, como demuestra el Certificado Internacional IP67: “Esto significa que la batería ofrece una protección total frente al polvo y que ha sido testada para aguantar al menos 30 minutos sumergida en agua salina hasta a un metro de profundidad manteniendo perfectamente la estanqueidad y seguridad de la batería”, indicó Casasnovas. “Una moto es para disfrutarla sin importar el clima o el estado de la vía, y con estos test de calidad hemos confirmado que con la Seat Mó 125 así va a ser”, concluye.

Por tanto, si los scooter 100% eléctricos de Seat han salido airosos de estas pruebas extremas, cabe imaginar que su comportamiento, durabilidad y fiabilidad está casi fuera de toda duda en un contexto mucho más amigable y equilibrado como son las templadas, bien asfaltadas y limpias calles de las distintas ciudades españolas.