Las comparaciones pueden hacer perder la perspectiva. «Como en aquella época estaban Arantxa y Conchita parecía que no eras tan buena», señala la zaragozana Eva Bes, tenista profesional durante 14 años, de 1988 a 2002, dos veces campeona de España absoluta, la campeona aragonesa más joven de la historia (13 años), que disputó todos los Grand Slam del tenis. «Conseguí mi objetivo, que era meterme en el Top 100, que es lo que buscan todas las jugadoras, como ahora Irene Burillo. Una vez que estás ahí, buscas ir subiendo más arriba. Lo conseguí a finales de mi carrera, estuve unos año jugando los mejores torneos del mundo», resume Eva Bes.

Desde que se retiró en 2002, no ha parado de hacer deporte. Trabajó en el Real Zaragoza Club de Tenis llevando el tenis y el pádel, deporte que también practicó durante unos años. Desde 2015 vive en Barcelona y es la responsable del tenis femenino de la escuela de competición del Real Club de Polo de la Ciudad Condal. «Estoy muy contenta, trabajando con niñas de la escuela y haciendo muy buenos resultados a nivel regional. Hace muy poco quedamos terceras en el Campeonato de España alevín en Murcia, que está muy bien. Básicamente transmitiéndoles mis conocimientos de tenis y los valores de que el deporte les puede ayudar para la vida y tenísticamente», resume.

La zaragozana pone toda su experiencia al servicio de sus alumnas. «Yo les transmito mucho la constancia, la profesionalidad, la puntualidad, el orden, el trabajo. Que al final si trabajas y te lo curras tienes resultados. Se lo transmito además con mi ejemplo de ahora porque yo lo hago. Me entreno y me ven cómo lo hago, ven cómo estoy, si gano mis torneos. Las niñas ven que trabajo, me entreno, y dicen yo también. Somos espejos. Transmitimos valores y qué mejor manera que hacerlo que con el ejemplo. Por mucho que lo digas, si ven que yo lo hago pues dicen hay que hacerlo», explica.

También le piden que les cuente batallitas de una historia que empezó en los años ochenta en El Olivar, cuando Eva Bes quiso seguir a sus hermanos porque se lo pasaba mejor en el tenis que en la gimnasia rítmica. Enseguida empezó a destacar y pasó al Real Zaragoza Club de Tenis. Con 13 años fue campeona de Aragón y obtuvo una beca para la Blume que le tuvo nueve años en Barcelona, hasta que volvió a casa para ser entrenada por su hermano Pablo de nuevo en el RZCT. Jugó todos los Grand Slam y ganó 35 títulos Challenger.

De sus cientos de partidos por todo el mundo, recuerda sobre todo uno. «Tengo muy buen recuerdo de un año que le gané a Iva Majoli, que había ganado Roland Garros. Me tocó en Viena, en primera ronda. A este le tengo especial cariño. He olvidado muchas cosas, de otros no me acuerdo, pero de ese sí», rememora. Bes destacó pronto y se retiró pronto. «Me retiré por cansancio mental. Me lesioné el último año, perdí un poco de ranking, me fui de las cien y me daba un poco de pereza, porque para dar ese paso hay una barrera que cuesta mucho», indica. Pero sigue entrenando cada día, jugando algunos torneos del circuito de veteranos y transmitiendo su pasión y sus conocimientos.