Laura llegó a Zaragoza desde su China natal con tan solo 22 meses. Pero su energía y su constante actividad pronto le hicieron ganarse un calificativo muy de esta tierra: es un culo inquieto. «Siempre tengo que estar haciendo algo, no puedo estar parada», reconoce. Fruto de su nerviosismo y de sus necesidades, comenzó a subirse por las paredes, literalmente.

Laura vivía en Villanueva de Gállego y un día, con siete años, acompañó a su hermano mayor a escalar a un pequeño rocódromo de Zuera. Como buena hermana pequeña, quiso imitarlo y así comenzó su historia con este deporte. «Lo probé y me gustó al instante», recuerda. Me pareció algo diferente y muy divertido», apunta. Lo que al principio solo era un juego, pronto pasó a ser algo más debido a su gran agilidad y desempeño. Y aunque durante un tiempo lo compatibilizó con la práctica del kárate, donde llegó a ser cinturón azul, Laura tuvo que elegir y decidió centrarse en la escalada.

Entonces comenzaron para ella unos apasionantes años en los que las competiciones en Aragón se le quedaron pequeñas y comenzó a trepar por toda España. «La escalada me ha permitido vivir muchas experiencias, conocer entornos diferentes, hacerme más independiente…», señala la deportista, que también valora las posibilidades a nivel social y la capacidad de organización que ha adquirido gracias a la escalada. De su extenso palmarés, Laura destaca el título en el Campeonato de España sub-20 conquistado en la modalidad de bloque en el año 2019 y el subcampeonato en dificultad.

Pero tras estos grandes resultados, que la convertían en una promesa nacional, la carrera de Laura ha sufrido un parón con la pandemia: «Al principio con el confinamiento no podía escalar, pero cuando poco a poco fue volviendo la vida a la normalidad me di cuenta de que mi motivación había bajado y que me costaba un esfuerzo el ir a entrenar».

Ahora, Laura está más centrada en su vida académica. Estudia el doble grado de ingeniería informática y diseño y desarrollo en videojuegos. Y es que su pasión por las nuevas tecnologías le ha llevado a sumergirse de lleno en una nueva modalidad deportiva que, aunque los más puristas no la conciben como tal, cada vez crece más: los e-sports. Además de jugar a videojuegos como Fortnite o Valorant, Laura hace streaming desde su casa: «Esto quiere decir que grabo mis partidas en directo y las emito en la plataforma Twitch para que las pueda ver quien quiera».

Puede parecer que la escalada y los videojuegos tienen poco o nada que ver, aunque para Laura existe algo en común: la superación constante consigo misma. Pero la joven no ha abandonado el mundo de la escalada. «Me lo sigo pasando muy bien y me ayuda a despejarme de la rutina, pero ahora mismo me lo tomo más como una afición. Siento que mis prioridades han cambiado», reconoce la deportista.

Con tan solo 20 años y una vida por construir, a Laura todavía le quedan muchas montañas por escalar, sean en la disciplina que sean. Experiencia tiene de sobra.