Mujer y Deporte

Jasmin Unger, atrapada por el otro fútbol

Tras toda su infancia y adolescencia jugando a balonmano, la aragonesa de adopción probó el fútbol americano por una apuesta con una amiga y descubrió en él una serie de sentimientos que la tienen conquistada. «Este deporte es incomparable», asegura la 'quarterback' de las Mercenarias de Villamayor

Jasmin Unger posa en la plaza del Pilar con el uniforme de su equipo.

Jasmin Unger posa en la plaza del Pilar con el uniforme de su equipo. / ANDREEA VORNICU

Arturo Pola

Arturo Pola

De padre alemán y nacida en Málaga, pero aragonesa de temprana adopción. Así comienza el relato de Jasmin Unger, una historia en la que muy pronto el deporte se gana un sitio como elemento protagonista. «Mi padre siempre ha sido muy deportista y desde muy pequeña me inculcó la importancia que tenía», explica Jasmin. «Él practicaba balonmano y a los siete años yo seguí sus pasos y comencé a jugar», añade.

Dominicos fue su casa y durante toda su infancia y adolescencia defendió la portería de sus equipos. Un buen día, cuando estaba a punto de cumplir la mayoría de edad, el fútbol americano se cruzó en su vida. «Hablando un día con una amiga vimos que ella buscaba gente para el fútbol americano y yo para el balonmano. Nos prometimos las dos ir a probar el otro deporte. Ella se quedó en el equipo de balonmano pero a mí sí que me enganchó el fútbol», recuerda entre risas.

Desde ese momento, y durante tres años, compaginó los dos deportes. El primer equipo de fútbol americano en el que jugó, Zaragoza Mustangs, se disolvió entonces y siguió con el balonmano, pero el gusanillo del fútbol americano ya lo tenía muy dentro. «El sentimiento que te genera me parece incomparable. La unión con todos las compañeras, el ayudarse unas a otras, la autorrealización que te provoca…», explica la deportista.

"El ambiente es maravilloso. En el campo somos como hermanas, nos protegemos mucho unas a otras y eso al final se nota también fuera. Es un sentimiento que no se entiende si no lo practicas»

Por eso, en cuanto pudo, volvió a practicarlo. Unger pasó por los Zaragoza Hurricanes hasta que ahora ha encontrado su sitio en las Mercenarias de Villamayor. Sus responsabilidades laborales (trabaja de fisioterapeuta para la Asociación Española contra el Cáncer de Mama) le han impedido compaginar los dos deportes y ahora está plenamente centrada en el fútbol americano, aunque sigue ligada a Dominicos en las labores médicas.

Jasmin es la capitana de las Mercenarias y juega en la posición de quarterback, la que dirige las operaciones en ataque. El equipo compite en la Liga Interterritorial y este año van primeras, aunque para Unger eso es lo de menos. «Siempre quieres ganar, pero nuestro objetivo es crecer como jugadoras y equipo, disfrutar y entender este maravilloso deporte», asegura, a la vez que destaca la gran unión del grupo: «El ambiente es maravilloso. En el campo somos como hermanas, nos protegemos mucho unas a otras y eso al final se nota también fuera. Es un sentimiento que no se entiende si no lo practicas».

Por ello, y por las dificultades que encuentran muchas veces para completar la plantilla, Jasmin aprovecha para hacer un llamamiento para que todas las mujeres a las que le pique la curiosidad vayan un día a probar sin ningún tipo de compromiso y de manera gratuita. «Nosotras se lo tratamos de poner siempre muy fácil a las que vienen nuevas y todas tienen cabida: chicas rápidas, chicas fuertes, más o menos atléticas...aquí lo importante son las ganas de pasarlo bien», termina la quarterback.