MUJER Y DEPORTE

Judit Castillo, el torbellino inesperado

Esta turolense afincada en Louisiana pasó en menos de un año de no conocer el pickleball a estar entre las mejores del mundo, en el puesto 14º del ranking tras ser finalista en el US Open

Judit Castillo posa antes de un entrenamiento.

Judit Castillo posa antes de un entrenamiento. / SERVICIO ESPECIAL

S. Valero

Las mayores pasiones se suelen desencadenar de forma inesperada y se manifiestan como un torbellino que cambia la vida de las personas. La turolense Judit Castillo Gargallo es un buen ejemplo de ello. Hace un año no sabía qué era el pickleball, ni cómo se jugaba, pero ahora está en el puesto 14º del ranking mundial individual, y en el top-40 en dobles, en un deporte que solo en Estados Unidos lo practican más de 40 millones de personas y que está en pleno auge. Este tenis en versión reducida al que se juega con palas cautivó a Judit, que encontró «una forma de vida, de crecer personal y profesionalmente. Lo que me da no lo cambiaría por nada, no tiene precio».

No había antecedentes tenísticos en su familia cuando con 12 años y con el esfuerzo de sus padres, Miguel y Pilar, empezó a considerar la raqueta como una vía y cada semana acudía a entrenar de Teruel a Valencia tres o cuatro veces. El tenis siguió ahí al marcharse en 2016 para cursar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad de North Western State en Louisiana y con un máster posterior de dos años. «El tenis me inculcó muchos valores que me ayudan ahora mucho, en el esfuerzo y en el trabajo, y también la humildad que siempre me han transmitido mis padres y mis hermanos, Ismael y Marta», asegura. Octava en victorias individuales en esa universidad, su devenir profesional le condujo a ser directora de fitness y de deportes de raqueta en el Club de Campo de East Ridge y en el Pierremont Oaks Tennis Club en Louisiana.

Hace unos meses, el organizador del torneo de pickleball de ese segundo club le pidió que jugara con él. «Probé 30 minutos antes de empezar el torneo y sin haber cogido una pala en mi vida y lo acabamos ganando», recuerda. Al principio, «era solo pura diversión, pero el 12 de octubre pregunté a un par de socios del club por la posibilidad de competir a nivel profesional y al día siguiente jugamos para ver a qué nivel estaba. Ahí decidimos dar el paso en un torneo profesional en Dallas en noviembre». Poner allí en apuros a la número tres del mundo fue la prueba definitiva. Perdió en tres sets, pero el torbellino se desató para aparcar su profesión y dedicarse en cuerpo y alma a su nueva pasión.

Judit Castillo devuelve una pelota en un partido de pickleball.

Judit Castillo devuelve una pelota en un partido de pickleball. / SERVICIO ESPECIAL

«El objetivo cercano es estar en junio en el top-10 mundial en individuales y ser seleccionada en un equipo para la Liga Profesional de Pickleball (MLP)»

«No es un deporte barato, se viaja mucho y además de en los individuales debes competir en dobles y mixtos», explica, antes de agradecer las aportaciones de varios socios del club, «a los que considero ya mi familia», para que pudiera ir de gira en febrero. Ahora, con un espónsor, Selkirk, con el que ha firmado y en búsqueda de otros dos más, el panorama ha cambiado. Lo hizo de forma radical hace una semana tras alcanzar la final del US Open, que como en el tenis es uno de los Grand Slam. La perdió en tres sets tras eliminar en semifinales a la número tres mundial que le había superado hace unos meses en Dallas.

«El objetivo cercano es estar en junio en el top-10 mundial en individuales y ser seleccionada en un equipo para la Liga Profesional de Pickleball (MLP)», sentencia con convicción, con el deseo de que la explosión de este deporte también se dé en Europa. Ahora, a sus 24 años, con esta nueva forma de vida, Judit no quiere frenar en su imparable carrera. «Ni en mis mejores sueños podía pensar en estar donde estoy y, sobre todo, disfrutando tanto. Este deporte me ha enganchado», concluye.