MUJER Y DEPORTE

Imparables Bukardas

La pasión por las dos ruedas y la necesidad de visibilizar el deporte femenino marcaron el inicio del CC Bukardas con Estefanía Gonzalo como líder de una asociación que ya aglutina a más de una veintena de ciclistas a través del programa Women in Bike de la Federación

Las componentes del Club Ciclista Bukardas, con más de una veintena de socias.

Las componentes del Club Ciclista Bukardas, con más de una veintena de socias. / JAIME GALINDO

S. Valero

Si el bucardo ya se extinguió, sus herederas en el ciclismo, las que decidieron honrar con su nombre a aquella cabra montesa pirenaica, el Club Ciclista Femenino Bukardas, goza de una salud envidiable. Se trata de una iniciativa que puso en marcha en San Mateo de Gállego Estefanía Gonzalo y que en su año y medio de vida ya acumula centenares de kilómetros en rutas por caminos y montañas y la sensación de que el proyecto no deja de dar pasos adelante.

Por herencia familiar, de su padre y su hermano, la bici fue la pasión de Estefanía, profesora de Educación Física en el Colegio Odón de Buen de Zuera y que tras su maternidad apostó fuerte por las dos ruedas. «Me encontraba que no tenía a nadie para salir, solo en grupetas de chicos o con mi pareja, vi el programa de Women in Bike de la Federación Española de Ciclismo y logré contactar con un grupo de chicas en Zaragoza y que ya estaban en él». Y decidió poner en marcha esa misma idea en su zona. «Hice mi primera quedada en San Mateo, fue un exitazo, con una ruta de iniciación en la que nos pasó de todo, millones de pinchazos, roturas de cadena… ¡Y solo fueron 20 kilómetros!». En poco tiempo ya logró reunir un grupo de casi una decena de ciclistas para hacer salidas dominicales. El germen ya estaba. Era imparable.

«Ofrecemos salidas, cursos de técnica y de mecánica, asesoramiento de equipación… Y fomentamos la participación en carreras para dar visibilidad al ciclismo femenino», asegura su líder, Estefanía Gonzalo

Se trataba de ir paso a paso, primero subiendo al monte más alto de la zona, después el pinar de Zuera, retos y objetivos asumibles y que el grupo fuera creciendo. «He utilizado mucho las redes sociales, el boca a boca, y el entusiasmo fue consolidando todo». Un año después de la primera salida ya eran una asociación con más de una veintena de socias, con una cuota anual de solo 15 euros. «Ofrecemos salidas, cursos de técnica y de mecánica, asesoramiento de equipación… Y fomentamos la participación en carreras para dar visibilidad al ciclismo femenino», indica Estefanía, al principio única líder de su grupo, rol ahora compartido con otras.

La grupeta de las Bukardas, en una salida dominical reciente.

La grupeta de las Bukardas, en una salida dominical reciente. / JAIME GALINDO

«El objetivo es que salgan muchas chicas, que se nos vea presentes en los caminos y siempre como una práctica deportiva. El proyecto de la Federación es para fomentar el ciclismo, pero cada líder es libre para ofrecer lo que quiere. Hay muchos que son paseos guiados, pero nosotras ya hemos cogido ese rol de práctica deportiva», añade, recordando que en noviembre pasado ya organizaron el I Encuentro Femenino de Bici de Carretera y de Montaña en Daroca y que ahora el siguiente reto importante es la vía verde de Ojos Negros, que va desde la población darocense hasta Sagunto en tres días. Como queda claro, el nivel de los retos aumenta.

La mirada ahora está puesta en lograr que Bukardas sea un club ya federado, teniendo en cuenta que ahora mismo solo una cuarta parte de las socias lo están a nivel individual, algo que esperan para el año que viene

Sin embargo, Estefanía deja claro que en estas salidas semanales (públicas, con solo necesaria la inscripción y para mujeres, si bien cada mes y medio hacen una mixta y una o dos veces al año realizan una familiar, con niños) «ofrecemos distintos niveles, porque ahora ya hay diferentes subgrupos para hacer mayor o menor dureza en el recorrido y también en función de quién lidera la ruta», asevera. La mirada ahora está puesta en lograr que Bukardas sea un club ya federado, teniendo en cuenta que ahora mismo solo una cuarta parte de las socias lo están a nivel individual, algo que esperan para el año que viene. «El ciclismo es deporte, superación, trabajo individual y en equipo, diversión…», dice con un entusiasmo contagioso Estefanía, con una fuerza imparable que ha hecho que las Bukardas no dejen de crecer. Ni quieran dejar de hacerlo.