Apenas tiene 18 años, pero Lucía Gracia Sancho ya es una de las principales figuras aragonesas de triatlón. La zaragozana lleva practicando duatlón y triatlón desde el 2015, cuando tenía 10 años. Antes había practicado natación, tenis y atletismo, pero finalmente el triatlón fue el que terminó cautivándola. «Siempre he hecho deporte, como mi padre. De pequeña salía a correr con él, pero cuando empecé con el triatlón me gustó y vi que se me daba bien. Me atrapó», reconoce.

Empezó a destacar a nivel autonómico en 2019, cuando era infantil y fue seleccionada por la Federación Aragonesa de Triatlón (FATRI) para el Campeonato de España por Autonomías en edad escolar. Aquella experiencia, culminada con un notable cuarto puesto, fue el inicio de una progresión que ya no se detendría. De hecho, sus resultados le llevaron a estar entre las diez mejores del país tanto en duatlón como en triatlón entre 2020 y 2022, cuando realizó las pruebas para acceder al Centro de Alto Rendimiento de Los Narejos (Murcia) donde la Federación Española de Triatlón (FETRI) tiene becados de manera permanente a ocho chavales (cuatro de la región de Murcia y cuatro del resto de España). El salto le permitía conciliar el curso académico (2º Bachiller) y la temporada deportiva 2022-23 desde allí, por lo que, tras ser seleccionada, se desplazó hace algo más de un año a tierras murcianas para emprender una nueva aventura entre estudios y entrenamientos. 

Pero la gran explosión de esta deportista, que desde esta campaña forma parte del Stadium Casablanca Mapei, llegaría en 2023, cuando su palmarés no ha dejado de crecer. «La primera competición que me marcó fue el primer puesto en el campeonato de España de duatlón en Alcobendas ya que no me lo esperaba porque venía de ser undécima. La estrategia era hacer un buen sector de carrera y de bici, y luego tratar de marcharme en la última carrera a pie. Y funcionó. Eso me permitió acudir al Mundial, al que llegué sin expectativas porque no sabía cómo estaba el panorama internacional, pero me salió bien y quedé tercera», subraya la zaragozana. 

Pero Lucía no piensa parar. Su crecimiento se sustenta sobre una ingente dosis de trabajo y sacrificio, como el que exige estar lejos de casa y de su familia. «Pero yo siempre he sido muy independiente y, aunque los echo de menos, no me afecta en el día a día», afirma la aragonesa, cuya rutina le ha obligado a pasar muchas horas en la piscina. «Es que la natación es lo que peor se me daba, pero he ido mejorando hasta conseguir muy buenos resultados. Hago seis sesiones a la semana de natación durante una hora y a veces algo más. Y la mejoría es notoria», asegura Lucía, que, en todo caso, matiza que «me centro, sobre todo, en el triatlón. Aún soy muy joven y no quiero especializarme en duatlón aunque se me da bien. Soy triatleta», asevera la deportista aragonesa, que este año también se ha proclamado subcampeona de España júnior en triatlón.

Los excelentes resultados de Lucía, estudiante de Educación Infantil, le han llevado a continuar su formación en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid (Blume), así que este año acaba de comenzar temporada de entrenamientos y curso académico desde el CAR y la prestigiosa residencia. «Seguro que estando aquí voy a tener más fácil mi gran objetivo, que es seguir aprendiendo mucho. Quiero hacerlo lo mejor posible en los Campeonatos de España porque sigo siendo júnior de segundo año y me gustaría acudir a alguna Copa de Europa e ir participando más en competiciones internacionales. Como todo deportista, el sueño de los Juegos Olímpicos está ahí, pero quiero ir poco a poco y disfrutar del día a día», indica.