Beatriz Martínez. Cuando el momento es ahora

Subcampeona de España de 50 kilómetros dos veces y con el sueño del Mundial, el atletismo le llamó desde niña, pero lo dejó durante una década , en su juventud, para a los 26 retomarlo con fuerza. «Perdí unos buenos años, pero me siento orgullosa. Haber estado fuera me hace disfrutar, no tendría la pasión que tengo ahora», dice

Beatriz Martínez posa en el Parque José Antonio Labordeta de Zaragoza, antes de un entrenamiento.

Beatriz Martínez posa en el Parque José Antonio Labordeta de Zaragoza, antes de un entrenamiento. / JAIME GALINDO

Santiago Valero

Santiago Valero

Con seis años y con su hermano Roberto como espejo descubrió el atletismo Beatriz Martínez, empezando en el Jerónimo Zurita, con el apoyo incondicional de sus padres, José María, ya fallecido, y Celia, y su hermana Yolanda. Apuntaba maneras, muchas, en el cross sobre todo, con presencia en pruebas nacionales hasta que llegó el parón, casi 10 años alejada del atletismo, que a los 26 retomó con fuerza y a los 41, en el presente, le tiene como subcampeona de España de 50 kilómetros dos años seguidos, logrando la tercera mejor marca española de la historia y con el sueño del Mundial de la distancia si al final este se celebra.

«Mi padre siempre estuvo ahí, me decía que podía soñar con algo grande, apenas dormía si hacía falta con tal de acompañarme. Si me viera ahora estaría muy orgulloso», arranca diciendo esta atleta zaragozana, que reivindica el apoyo familiar que siempre ha tenido y que le da la vuelta a ese parón de casi 10 años. «A los 17, por los estudios, me dejaba mucho tiempo en los entrenamientos en las pistas universitarias, no me daba horas el día y lo dejé».

"Mi padre siempre estuvo ahí, me decía que podía soñar con algo grande, apenas dormía si hacía falta con tal de acompañarme. Si me viera ahora estaría muy orgulloso"

Pero el gusanillo siempre estuvo, con una Carrera de la Mujer, «por el tema de la lucha contra el cáncer, porque me apeteció volver. Fue otra vez el punto de partida». Supuso la chispa que devolvió el atletismo a su vida y de ahí ya no se va a mover. «Me he arrepentido de haberme perdido ese momento, porque se fueron unos buenos años, quizá los mejores, estaba ya a nivel nacional, entre las 20 primeras», reflexiona.

«Sin embargo, también he asumido que quizá no era mi momento, que estar fuera me ha hecho ser la persona que disfruta tanto del atletismo y la pasión que le pongo ahora igual no la tendría. De eso me siento orgullosa, gracias a ese tiempo sin correr también soy la atleta que soy», añade, aunque en esa transformación que le ha colocado al máximo nivel nacional también ha tenido mucho que ver Pepe Mareca, con el que ya lleva más de una década. «Le debo mucho, es maravilloso, por toda la sabiduría que me ha transmitido».

"En pruebas tan largas estar preparada físicamente es fundamental, pero lo mental es tanto o más, a mí me ha ayudado en esa faceta mucho el trabajo con el psicólogo. Mi mentalidad siempre es positiva"

Y en este presente el atletismo es ya otra cosa en su vida. «Es sobre todo una pasión, mi vía de escape. Ahora hago lo que sea para correr, siempre saco ese tiempo, en ese sentido he reordenado prioridades», explica, con la mirada puesta también en el aspecto mental, lo que le ha llevado a empezar Psicología por la UNED tras ya acabar sus estudios de Trabajo Social hace tiempo, y que compagina con su empleo, ahora de dependienta en una tienda de deportes. «En pruebas tan largas estar preparada físicamente es fundamental, pero lo mental es tanto o más, a mí me ha ayudado en esa faceta mucho el trabajo con el psicólogo. Mi mentalidad siempre es positiva, cuando voy por 35 kilómetros pienso que quedan 15...».

La atleta zaragozana ha sido dos veces subcampeona de España.

La atleta zaragozana ha sido dos veces subcampeona de España. / JAIME GALINDO

Con esa mirada positiva y con la idea de no separarse ya nunca de este deporte, con el objetivo de mejorar marcas, de progresar y crecer o con el sueño mundialista, así enfoca Beatriz el presente, con seis días de entrenamiento a la semana y con muchos kilómetros todavía por recorrer. «El atletismo ya va a estar siempre a mi lado, lo tengo claro. Disfruto mucho y esa es la clave. Hay sacrificio, horas y trabajo, pero lo básico es que te apasiones, que lo disfrutes». Y ella lo hace. Ahora es su momento. 

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