El sector primario se encuentra sumando crisis sucesivas. A los ajustados márgenes con los que los agricultores estaban trabajando antes de que se decretara el estado de alarma ahora hay que sumar que se ha cerrado el cauce de venta a los restaurantes y que las empresas comercializadoras y supermercados han aprovechado la situación para imponer a los productores unos precios que no cubren, ni siquiera, los costes de producción. El sindicato UAGA-COAG asegura que la situación será «muy difícil de levantar».

Coincidiendo con la publicación del Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD) del mes de marzo, el departamento de economía agraria de la organización ha elaborado un análisis de la evolución de los precios en origen de los principales productos agroganaderos durante las primeras semanas de confinamiento. Bajo el título Producir alimentos en tiempos de pandemia, el análisis arroja un diferencial medio entre los precios entre el campo y la mesa del 333%, lo que supone una contención en los márgenes respecto al mes anterior (341%) y también una caída en comparación con los precios de marzo del 2019 (355%).

Esta situación se debe a la reducción de márgenes en la mayoría de los productos agrícolas, mientras que los productos ganaderos han repetido valor respecto a febrero del 2020. Entre los alimentos más inflacionistas se encuentran la mandarina, cuyo precio de venta al público ha subido un 45,7%, o la naranja, con un alza del 17,4%.

CARNE DE OVINO

Sin embrago, el canal de venta en los restaurantes y bares ha sufrido el mayor descenso. «Han caído los precios porque los productos que iban a la hostelería ahora han entrado en el mercado normal», señala el secretario general en la provincia de Huesca, Joaquín Solanilla.

El precio en origen de la carne de ovino está siendo de los más afectados y se han producido importantes reducciones. La situación del mes de febrero era optimista, tras un 2019 bastante malo, pero las perspectivas se han truncado y las cotizaciones se han desplomado.

Por otro lado, muchas cotizaciones en las lonjas de referencia para el sector ganadero están desapareciendo. Desde UAGA consideran que este hecho «no significa que no se estén produciendo operaciones, sino que se están dando sin precio o bien que no se quiere dar la transparencia necesaria en esta situación de mercados revueltos». Es lo que lleva pasando desde hace dos meses con los corderos.

Además, Solanilla recuerda que este producto es algo «perecedero» y que cuando sobrepasan los 40 kilos ya no tienen valor en la carnicería. «Esta crisis nos está afectando mucho en solo quince día, pero habrá que ver lo que cuesta levantar la situación», manifiesta.