--¿Qué es un educador de museo?

--Es el profesional que se ocupa de poner en relación el patrimonio y la sociedad, procurando que el público pueda acceder a ese patrimonio fácilmente y de forma lúdica, supliendo las posibles carencias. Un educador debe ser un provocador. Su figura está muy reconocida en los países del norte y aquí en España lo introdujimos gracias al máster.

--¿Por qué se realiza en Huesca?

--Cuando surgió, hace 23 años, creíamos en la distribución de enseñanzas a nivel territorial. Fue el primer máster que se creó en la Universidad de Zaragoza, junto con Desarrollo Rural y Ciencias Sociales de Aragón. Empezó como posgrado y en 2004 pasó a máster, con más carga docente y cambio planes de estudios. Es el único de España a nivel presencial.

--¿Cuál es la aceptación que tiene el máster?

--Ofertamos hasta 25 plazas. De esas, cuatro o cinco se ocupan con alumnos extranjeros. Algún año han quedado plazas libres y otros hemos tenido que hacer selección. Aquí se han formado hasta 350 estudiantes.

--¿Qué perfil debe tener el alumno que quiera realizarlo?

--Debe ser al menos graduado, no importa su rama porque no formamos educadores de museos de arte, formamos para museos en general y hay museos de todo. Tenemos alumnos arquitectos, ingenieros, periodistas, historiadores e incluso museólogos que llegan del extranjero.

--¿Es importante la internacionalización?

--Siempre contamos con profesores y alumnos extranjeros. Vienen sobre todo mexicanos, chilenos, argentinos e italianos. También hemos contado con profesores de la Universidad de Toronto, de Columbia, Texas, e incluso el director de un museo de Vancouver. Además en la reunión del Comité Internacional de Museos en Islandia nombraron este máster como puntero en el mundo.

--¿Cuáles son las materias que se imparten?

--El curso, de 1.500 horas, se estructura en módulos donde se tratan las bases teóricas sobre los museos, el marco administrativo, los museos como centros de educación, etc. Además hacemos gran hincapié en las nuevas tecnologías, las redes sociales, la cibermuseología y la gestión integral del museo a través de la aplicación Domus.

--¿También incluyen prácticas?

--Sí, las prácticas son claves para la formación, porque no es un máster de investigación. Este año por el tema de la crisis hemos tenido que desarrollar la imaginación. Nos pusimos en contacto con museos de Huesca, salas de exposiciones y colegios e hicimos talleres con niños y personas con discapacidades. Además, al finalizar deben hacer un periodo práctico en un centro. Algunos de ellos van a Cartagena, Madrid, Alicante, Granada, etc. También tenemos un convenio internacional con el museo Teotihuacan de México.

--¿Cuáles son las salidas profesionales?

--Nosotros les ponemos en contacto con profesionales, no solo de museos sino de empresas y entidades. El futuro laboral está en los departamentos de comunicación, también en las instituciones como la DGA o ayuntamientos. Al terminar, la inserción laboral está en más de un 60%.