Desde que se declarase el estado de alarma, una ola de solidaridad ha recorrido Aragón para frenar la expansión del coronavirus en la comunidad. Las redes sociales han servido para difundir muchas de las ideas solidarias surgidas estas semanas en distintos lugares, permitiendo a personas separadas entre sí trabajar juntas por un objetivo común. A que esta ola se convirtiera en un tsunami de ayuda ha contribuido en buena medida el portal Frena la Curva (www.frenalacurva.org), puesto en marcha por la Dirección General de Participación Ciudadana del Gobierno de Aragón junto a otras entidades.

Un ejemplo ha sido la iniciativa de un grupo de modistas zaragozanas de confeccionar mascarillas de tela a la que se han sumado cientos de personas en todo Aragón, o el reparto de deberes a domicilio a escolares sin internet que comenzó en el colegio Emilio Moreno Calvete de Zaragoza y que ahora se realiza en varios centros educativos.

La plataforma creada por el gobierno aragonés suma actualmente más de 4.000 iniciativas solidarias, se ha extendido a todo el territorio nacional y ha sido replicada hasta en 15 países a través de un manual de uso traducido en varios idiomas, entre ellos el polaco.

Foro y mapa interactivo

La web funciona a modo de foro en el que cualquier ciudadano puede subir y buscar propuestas solidarias para darlas a conocer o sumarse a ellas. A medida que el proyecto ha ido creciendo se han introducido mejoras, como el mapa interactivo que permite a los usuarios geolocalizar aquellas iniciativas que tienen lugar más cerca de sus domicilios.

Francisco Galán, miembro de la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado, una de las entidades que impulsaron desde el inicio el proyecto Frena la Curva, explica que el objetivo principal ha sido «dar visibilidad a cualquier iniciativa, por pequeña que fuera, para que cualquier persona que quisiera ayudar encontrara la manera de hacerlo».

En este sentido, indica, la web ha servido de «altavoz» a ideas surgidas en barrios y vecindarios que han dado el «salto de lo micro a la macro» y se han podido llevar a cabo «a mayor escala», gracias a la colaboración de un gran número de voluntarios.Dentro de la plataforma las iniciativas se dividen por temas y un equipo se encarga de validar las propuestas. «No subimos nada de lo que no tengamos constancia, que sepamos que es verdad y que funciona», dice Galán.

Álex Dantart, emprendedor y creador de Impact Hub, fue el encargado de diseñar y programar la web en la que ha estado volcado unas intensas semanas de manera voluntaria. «Ha sido una gran satisfacción ver lo bien que ha funcionado. Sabíamos que iba a haber mucha gente interesada en ayudar, pero no esperábamos este éxito», asegura.

Ahora, con la curva aplanada y en descenso, Frena la Curva acaba de lanzar una convocatoria «para recopilar ideas ciudadanas innovadoras y solidarias» surgidas durante la pandemia que puedan tener continuidad tras ella. El objetivo es que estos proyectos «puedan escalarse y consolidarse en el nuevo contexto que dejará la pandemia, marcado por la crisis económica y la reconstrucción social». La convocatoria, denominada Desafíos Comunes para el día después está ya abierta y las categorías temáticas en las que pueden englobarse los proyectos van desde atención y cuidado de mayores, hasta comercio local o teletrabajo y digitalización.