A sus 26 años, Sara ha pasado de hacer prácticas este verano en el taller de Lorenzo Caprile a confeccionar monos de protección para el personal del 061 de Ejea de Los Caballeros en plena epidemia de coronavirus. Ha preparado un tutorial que ha colgado en YouTube y ha abierto una página en Facebook para que los coronamonos puedan hacerse en casa y poder suministrarlos así a estos trabajadores de ambulancias. La iniciativa ha llegado a otros lugares como Sos del Rey Católico, Alagón, Villamayor y Zaragoza.

- Del taller de Caprile a fabricar monos con bolsas de basura para el personal sanitario. ¿Se imaginaba algo así?

- No, la verdad es que nadie se esperaba esta situación. Pero viendo que tengo conocimientos de patronaje y que podía ayudar de alguna manera y sentirme útil, me puse manos a la obra.

- ¿Cómo surgió la idea para confeccionar los ‘coronamonos’?

- Me llegó un mensaje del 061 de Ejea, porque mi familia es de esa zona. Los monos oficiales que les daba Sanidad se les estaban agotando, tenían algunos pero muy pocos. Me explicaron cómo eran e intenté, de la forma más casera posible y con materiales que hubiera en todas las casas o que se pudieran comprar ahora mismo, confeccionar uno. Lo más importante es que sean impermeables, porque los utilizan para visitar a los enfermos de coronavirus en sus domicilios.

- ¿Qué se necesita para fabricar estas prendas?

- Bolsas de basura grandes que tengan cierre -aunque no es necesario- para hacer la capucha, los puños de las mangas y los bajos, e hilo o cinta de embalar. Hemos colgado en Facebook y Youtube tutoriales con los patrones y todas las medidas detalladas para hacerlos de ambas formas, porque había gente que no sabía coser pero quería colaborar.

- La iniciativa ha tenido una gran acogida en Ejea de Los Caballeros.

- Sí, el Ayuntamiento de Ejea ha colaborado mucho. Les mandé diez patrones para que ellos pudieran repartir por las casas y el consistorio ha comprado bolsas y se están encargando de distribuir el material para que nadie salga de casa, así como de recoger los monos y entregarlos. Es el mismo sistema que llevan a cabo con las mascarillas y también se siguen las mismas rutas.

- ¿Cuántos ‘coronamonos’ han entregado hasta ahora?

- Llevamos casi cuatro semanas sin parar y hemos entregado cerca de 900. Solo en Ejea hemos tenido unas 26 personas cosiendo en sus casas.

- Los monos son de un solo uso, ¿hasta cuándo tienen pensado producirlos?

Por ahora los necesitan y seguimos. Cuando me digan que ya les ha llegado material o que ya están abastecidos para un mes, pararemos. Como tenemos los contactos de la gente, si hace falta ponerlo en marcha de nuevo no habrá problema. Lo que más cuesta es movilizar a la gente, que todo salga bien y que la distribución sea correcta para que nadie salga de casa y los pueda confeccionar.

- ¿Qué le dicen los sanitarios del 061 cuando los reciben?

No paran de darme las gracias. Cada vez que les llega material me mandan un Whatsapp, me dan la enhorabuena o me dicen que les estamos salvando. Después de todo el trabajo que llevan encima, ver lo que la gente les apoya es muy gratificante para ellos.

- ¿La moda es mucho más que la alta costura?

- Sí, la moda es vestirse y es algo esencial. Ahora mismo nos estamos dando cuenta de lo importante que es que haya personas en España que sepan coser y patronar. Toda la industria textil se está haciendo en estos momentos en China y en otros países, en España quedan muy pocos talleres. Si aquí hubiera más producción y se valorase más nuestro trabajo, ahora se podrían hacer muchas más cosas, porque todos estamos dispuestos a ayudar y eso se está viendo.

- ¿Ha podido hablar con Lorenzo Caprile sobre los ‘coronamonos’?

- He hablado con el jefe de taller, Paco Amaral, y le ha parecido una iniciativa muy buena. Lorenzo también está colaborando en iniciativas de este tipo, como otros grandes modistos. Ser modista es algo muy importante, y aunque mucha de la población que sabe coser y que lo está haciendo en estos momentos es mayor, también han surgido muchas iniciativas de gente joven.Cada vez somos más.