La misión de las diferentes diputaciones con la llegada del covid-19 ha sido estar en todo momento en contacto con todos los ayuntamientos para así conseguir estar más cerca de las necesidades de todos ellos. En este aspecto, las instituciones han intentado en todo momento estar cerca de aquellas zonas donde han considerado que podía haber más déficit de materiales de protección y menos posibilidades de poder seguir teniendo unos servicios básicos y una buena calidad en esta situación de crisis.

Desde la Diputación Provincial de Huesca aseguran haber centrado su solidaridad sobre todo en la ciudadanía del medio rural. Muchos de los niños en edad escolar encontraron problemas a la hora de seguir su educación de manera on line por lo que la DPH se puso al servicio de la Dirección Provincial de Educación para intentar paliar los efectos de la brecha digital en el medio rural, acentuada con la crisis del covid-19. Además de poner a disposición todas las conexiones de banda ancha de la institución, se pusieron en contacto con Embou para intentar solucionar este problema en aquellas zonas donde no había conexiones existentes que se pudieran utilizar y donar a su vez 100 tabletas con conexión 4G para repartirlas entre las familias con hijos. Además, la demanda de material por parte de los vecinos llevó a la DPH a adquirir 250.000 mascarillas para su distribución.

Diputación de Teruel

Por su parte, la Diputación Provincial de Teruel ha puesto a disposición de los diferentes ayuntamientos de la provincia 26 vehículos comprados en su día por la institución para mejorar la respuesta ante incendios en los pequeños municipios. Ahora esos vehículos están sirviendo para realizar la desinfección de las calles y lugares comunes y así no tener que usar la propia maquinaria de los agricultores. Para conseguir un trabajo efectivo, la DPT también se ha encargado de asesorar a los responsables municipales sobre cómo realizar la limpieza.

Además, los más mayores, que en gran parte se encuentran solos y sin recibir las visitas a las que estaban acostumbrados, se han visto más acompañados gracias al seguimiento que Cruz Roja está realizando tras el acuerdo con la diputación. Esto se debe a que en el momento en el que comenzó el estado de alarma había 45 expedientes pendientes de la instalación de los dispositivos de teleasistencia. Ahora, esas personas reciben llamadas para mantener un contacto directo a pesar de no tenerlo aún instalado. De este modo, más de 1.700 usuarios se sienten atendidos en unos momentos donde la soledad es un gran enemigo para todos.