El Banco de Alimentos de Zaragoza fue una de las muchas entidades que se vieron perjudicadas con la llegada del covid-19. Tanto su director, José Ignacio Alfaro, como todos los voluntarios que diariamente trabajan ahí, tuvieron que hacer frente a una situación para la que no estaban preparados y la cual han conseguido salvar gracias a todas las ayudas recibidas. Nada más comenzar abril, la entidad mandó una llamada de S.O.S. ante la mala situación que estaban atravesado debido a que la mayoría de sus voluntarios eran personas mayores y tenían una gran escasez de alimentos en sus almacenes.

- ¿Qué sucedió en el Banco de Alimentos con la llegada del covid-19?

Todo esto nos pilló sin medios de protección y tuvimos que cerrar un par de días hasta que nos empezaron a llegar mascarillas y guantes por parte del Ayuntamiento de Zaragoza y la Delegación del Gobierno de Aragón. Durante los primeros días estuvimos trabajando solo siete personas y atendiendo casos muy concretos y desde el día 13 de abril hemos podido establecer un protocolo de actuación y ya estamos 16 personas trabajando.

- ¿Por qué mandaron un mensaje de socorro a la sociedad?

- Todos los voluntarios estamos entre los 60 y los 80 años y al ser población de mayor riesgo hicimos un triaje para que dejaran de venir todos los que tuvieran patologías previas. Fue por esto por lo que tuvimos que solicitar voluntarios más jóvenes. Tenemos una lista con todos los que se apuntaron porque no podemos llamar a todos ya que sino infringimos las normas de separación, pero nos los guardamos para cuando sean necesarios Además, esto nos cogió con 260.000 kilos en los almacenes. Con eso solo teníamos para menos de un mes pero lo cierto es que ha habido muchas empresas que se han volcado con nosotros y nos han donado una barbaridad de alimentos con los que hemos podido seguir trabajando.

- ¿A qué le están dando prioridad actualmente para entregar alimentos?

- Les estamos dando prioridad a los centros que no reciben alimentos por parte del Fondo Europeo de Ayuda a los Desfavorecidos. Repartimos 308.000 kilos y los dos últimos días cuando ya llegaron las restricciones nos pilló el toro y nos tuvo que ayudar la Agrupación Logística 41 del Ejército. Durante esos dos días repartieron lo que nos quedaba en pueblos como Luesia, Tauste, o Novillas. Así vamos a estar hasta final de abril, que será cuando acabemos de atender a las 83 entidades a las que estamos ayudando. Posteriormente empezaremos otra vez el ritmo normal atendiendo a las 185 entidades que tenemos.

- ¿Cómo están trabajando desde que se decretó el estado de alarma?

- Primero les hacemos un prealbarán con los alimentos que tenemos y luego se lo mandamos vía telemática para que lo vean y nos digan si hay algún alimento que les vamos a dar que no lo necesitan. Además, este papel también le sirve a la entidad como salvoconducto para venir al Banco de Alimentos y no tener problemas con la Policía si les paran. Vamos llamando todos los días por teléfono a los centros para que vengan a recoger y les damos un espacio entre centro y centro para que no coincidan y poder cumplir las normas a la hora de recoger los productos. Cuando van a venir tenemos el pedido preparado y rápidamente lo sacamos a la puerta para que lo carguen y se marchen.

- Se han tenido que paralizar las recogidas de alimentos en las grandes superficies, ¿cuánto se ha perdido?

- Todos los meses hacíamos una campaña de recogida de alimentos en las grandes superficies y ya no se ha podido realizar ni en marzo ni en abril. Eran campañas en las que por ejemplo en Carrefour conseguíamos 24.000 kilos y luego ellos nos duplicaban la cantidad hasta 48.000. Lo mismo hacían el resto de superficies. Ellos venden más pero también tienen luego un detalle con el Banco de Alimentos.

- ¿Cuál es la situación actualmente?

- Estábamos agobiados pero la verdad es que la gente ha respondido muy bien y estamos muy contentos. Ahora mismo soy tremendamente optimista porque hemos pasado de casi no tener alimentos para aguantar un mes, a tener cubiertos por lo menos tres meses. Creo que la situación es muy positiva en ese aspecto gracias a que la ayuda recibida ha sido brutal. Han sido muchos los voluntarios que se han apuntado y además hemos incrementado las donaciones económicas. Nosotros nunca pedimos dinero pero ahora lo estamos haciendo para que todo el dinero que nos entre estos días de personas que nos hacen ingresos se pueda usar en comprar alimentos. Todo el dinero de donativos lo tenemos muy bien identificado y vamos a hacer compras divididas de manera igualitaria en todas las cadenas. De momento estamos saliendo adelante y estoy muy agradecido a todos que se han preocupan por nosotros.