Alrededor de 1.200 personas de los valles del Pirineo francés, sobre todo de Béarn y el País Vasco, se manifestaron ayer por las calles de Pau (Francia) para exigir que no se suelten dos osas el próximo otoño, como pretende el Ministerio de Ecología. Los participantes eran en su mayoría ganaderos que ven amenazadas sus explotaciones por la política de reintroducción de los plantígrados. Los manifestantes entraron a la ciudad de Pau, capital del departamento de Pirineos Atlánticos, con un rebaño de ovejas y otro de vacas. En la marcha, que contó con la presencia de ganaderos oscenses y de otras regiones pirenaicas, participaron asimismo tractores.

Los ganaderos fueron recibidos por el prefecto de Pau, Gilbert Payet, quien les aseguró que el ministro de Ecología, artífice del plan para soltar las dos osas, tiene previsto visitar la zona para explicar los motivos por los que trata de recuperar una especie que entró en declive en la segunda mitad del siglo XX.

Durante la marcha, convocada por asociaciones de ganaderos de alta montaña, se vivieron momentos de tensión, como cuando se prendieron varias pacas de paja junto a la verja de la Prefectura y se simuló la quema de un ejemplar de plantígrado utilizando un oso de peluche que colgaba de un palo.

La suelta de las dos osas, procedentes de Eslovenia, fue propuesta por el Ministerio de Ecología a la vista del escaso número de ejemplares existentes en la actualidad en la cordillera pirenaica, pese a que la política de reintroducción se inició hace ya dos décadas.