El seguimiento de las cuadrillas de prevención y extinción de incendios forestales de Sarga es del 100%, según ha informado el comité intercentros, detallando que solo están en sus puestos aquellos trabajadores que deben cumplir los servicios mínimos. Las mismas fuentes aseguran que en el servicio de recogida de animales el paro ha sido secundado por el 60% de la plantilla, mientras que en oficinas es del 50%.

En total, cerca de 1.200 trabajadores de Sarga están llamados hoy a la primera huelga que se ha convocado en esta empresa pública. La reunión celebrada el martes en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) no logró acercar posturas entre la dirección y el comité, por lo que los representantes sindicales decidieron mantener la protesta. Un paro de 24 horas convocado para denunciar la situación de «incertidumbre y precariedad laboral» que sufren sobre todo los 800 bomberos forestales.

Los sindicatos critican que las condiciones «no han dejado de empeorar» en los últimos años y lamentan la «escasa» voluntad negociadora de la dirección de Sarga, surgida en el 2012 tras la fusión de las empresas públicas Sodemasa y Sirasa. Además de la huelga, hoy han convocado una concentración de protesta a las 12.00 horas en la plaza San Pedro Nolasco, sede del departamento de Desarrollo Rural de la DGA.

Ayer, el comité intercentros, compuesto por CCOO, CSIF, CGT, OSTA, UGT y SCS, ya advirtió en una rueda de prensa que mantendrá las movilizaciones (no descartan incluso otra huelga) si la empresa no atiende al menos a «las líneas rojas» marcadas por los trabajadores.

Así, el comité volvió a denunciar que el operativo de extinción de incendios de este año va a contar con un periodo de contratación dos meses inferior al del 2018 (de diez a ocho), por lo que exigieron un incremento del mismo. «Según nos han dicho el presupuesto para el operativo de incendios es el mismo que en el 2018, 21,5 millones, pero la media de contratación va a ser un 20% inferior; hay algo que no entendemos», dijo el presidente del comité y representante de CCOO, José Ramón Cajal.

En este sentido, apuntó que la sociedad «va a ahorrarse 4 millones de euros». «Las subidas salariales representan 1,5 millones, pero aún faltan 2,5 que no sabemos dónde están», señaló Cajal, que recordó que los trabajadores de las cuadrillas, la gran mayoría fijos discontinuos, aún no saben la fecha de inicio y final de su contrato.

CONGELACIÓN DE PLUSES

El comité ya convocó pitadas hace meses y una manifestación el pasado 4 de mayo en Zaragoza para denunciar las políticas rurales que han efectuado los sucesivos partidos que han presidido el Gobierno de Aragón, así como el desmantelamiento del operativo de incendios. «El problema es que la mala gestión de la empresa lo pagan los trabajadores», denunciaron.

Por ello, tampoco están dispuestos a aceptar la congelación salarial que este año ha afectado al 15% de la plantilla, unas subidas «que tampoco se aplican a los pluses». «A Olona se le ha dado muy mal la gestión forestal», lamentó el comité, que apuntó que actualmente hay comarcas, como por ejemplo La Jacetania, desprovistas de autobombas. Los sindicatos incidieron en que no se trata de una huelga política y tildaron de excesivos los servicios mínimos decretados.