El ‘boom’ del cigarrillo electrónico también ha fracasado en Aragón. En el 2013 afloraron numerosos comercios de venta de este dispositivo, pero a día de hoy están cerrados. «Nos alegra que este cigarrillo no prosperara, porque se planteó como una alternativa negativa para dejar de fumar. No hay evidencias contrastadas y sí posibles sustancias tóxicas en él», señaló Falo.

Según los datos aportados por el Departamento de Sanidad, en el 2016 se llevaron a cabo 26.726 inspecciones en Aragón (la mayoría en la provincia de Zaragoza) y solo el 0,6% de los establecimientos presentó alguna deficiencia. «Esto demuestra un cumplimiento generalizado de la norma», dijo Falo. Los espacios que no cumplieron fueron salones de juego, bingos o comercios minoristas.

En Aragón, la venta de cajetillas de tabaco ha caído en torno a un 30% desde que entraron en vigor las últimas normativas restrictivas respecto al consumo de tabaco en lugares públicos. Sin embargo, el director general de Salud Pública, Francisco Falo, indicó que se ha incrementado entre un 9% y un 10% la venta del tabaco de liar, que es más barato que las cajetillas.