Existe un precedente en Zaragoza de indemnización de un centro sanitario a los familiares de las víctimas por un brote de legionela. Ocurrió hace seis años, cuando la bacteria se cobró la vida de cuatro personas en el hospital Miguel Servet de la capital aragonesa. Varias familias reclamaron a la Administración de Justicia por el funcionamiento anormal del servicio público. En aquel momento, la Audiencia Nacional indicó que eran casos de fuerza mayor inevitables en los hospitales. Sin embargo, quedó acreditado que con los protocolos oportunos se pueden evitar estos contagios. Este episodio lo han recordado estos días los miembros de la Asociación Aragonesa contra las Imprudencias Médicas.