Unos 200 agentes de Policía se concentraron ayer al mediodía ante la Jefatura Superior de Policía de Aragón, en el paseo María Agustín de Zaragoza, para mostrar su apoyo a los efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) tras los disturbios el pasado sábado en Madrid, tras las llamadas Marchas por la Dignidad.

La protesta, convocada por los sindicatos SUP, CEP, UFP y SPP, pretendía mostrar su apoyo a los antidisturbios tras los incidentes del 22-M, que atribuyen a grupos organizados, y que se saldaron con un centenar de heridos --67 de ellos policías-- y 24 detenidos.

"Hoy todos somos UIP", resumió el portavoz del Sindicato Unificado de Policía, Gonzalo de Miguel, en la lectura de un comunicado que ensalzaba la "dignidad" de unos agentes que, "sin estabilidad ni jornada laboral reglada", llevan "dos años cargando sobre sus espaldas" la "seguridad" y el control del "caos" en este tipo de movilizaciones. "Hoy es Madrid, ayer fue Gamonal y mañana puede ser Melilla", expusieron los agentes.

Los concentrados exigieron por un lado ceses entre los mandos que se encargaron de la coordinación del operativo antidisturbios de Madrid. Atribuyen a "errores de coordinación" los ataques a agentes, ya que mientras los manifestantes violentos aislaban a grupos de policías nacionales y municipales, ellos recibían órdenes de "aguantad". En el operativo participaron unos 40 agentes destinados en Zaragoza, que ayer también actuaron en los incidentes de la Universidad Complutense. Otro grupo de la UIP está desplegado en Melilla.

Al tiempo que los agentes exigían depurar responsabilidades en el Cuerpo, con una investigación "rigurosa y transparenta", confiaron en que la ley caiga "como una losa" --en palabras de César Lambea, coordinador de la Confederación Española de Policía en Aragón-- sobre los arrestados. Lambea aseguró también que los "políticos y famosetes" que no condenan los ataques a la Policía son tan responsables de las agresiones como los que las protagonizaron. Defendió que los agentes "en ningún caso" incitan a la violencia.