La Audiencia de Huesca ha condenado a un total de 25 años de cárcel a cuatro empleados de la estación de Formigal como responsables del atraco que sufrió al contable encargado de llevar la recaudación a una entidad bancaria. El tribunal condena a uno de los acusados, David del E. R., como instigador del asalto, a 3 años y 6 meses por un delito de robo con violencia y a 4 años y 3 meses por detención ilegal, con las agravantes de disfraz y abuso de confianza.

La sentencia condena a los tres acusados restantes, Imade L. D., Guillermo S. A. y Christian G. S,. a sendas penas de 2 años por robo con violencia y de 4 años por detención ilegal, con las mismas agravantes. Además, les condena a multas de 180 a 360 euros por las lesiones a la víctima, a la que deben indemnizar con 5.100 euros, y a devolver 26.000 euros de los 31.600 obtenidos en el atraco. Asimismo, les aplica la atenuante de reparación del daño, dado que ya abonaron las indemnizaciones.

El tribunal considera probado que los acusados, conocedores de las carencias en materia de seguridad, se pusieron de acuerdo en el invierno del 2013 para hacerse con el dinero de la recaudación.

Siguiendo las pautas del plan preconcebido, sobre las 9 de la mañana del 24 de febrero del año pasado uno de los acusados trasladó a dos de sus compañeros en un vehículo de la estación hasta el aparcamiento de Anayet y posteriormente continuó camino hasta la zona de Sextas. En este punto, el cuarto de los encausados se puso al volante del vehículo para llevar al contable encargado de recoger la recaudación de las taquillas y establecimientos de restauración y de trasladarla hasta una entidad bancaria.

Este acusado y el contable, que portaba una mochila con 31.690 euros, iniciaron camino seguidamente y abandonaron el lugar en dirección a la localidad donde debía ser depositado el dinero. Al pasar por la carretera de acceso al aparcamiento de Anayet, los ocupantes del vehículo se encontraron con los dos acusados que permanecían en la zona, que se habían puesto gorros y gafas de ventisca para ocultar sus rostros.

Según el fiscal, el conductor, en virtud del plan acordado, paró junto a sus dos compañeros sin hacer caso de las indicaciones del contable y permitió que interceptaran el vehículo al tiempo que exhibían un revólver simulado. Ya en el interior del vehículo, los dos asaltantes se apoderaron de la mochila y golpearon tanto al contable como al conductor a fin de no levantar sospechas sobre éste respecto a su participación en el plan.