Tan solo 240 de las 353 solicitudes presentadas por las familias para optar a una plaza en los comedores escolares que se abrirán durante los meses de julio y agosto han sido aceptadas por la DGA, lo que supone que casi el 30% del total no podrán beneficiarse de la iniciativa.

Así lo confirmó ayer el consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, Ricardo Oliván, que dio a conocer el balance de la resolución provisional aunque el número final de beneficiarios se incrementará debido a la ampliación del plazo publicado ayer en el BOA y que habilita a las familias a pedir la ayuda hasta el próximo 4 de julio.

Las 113 solicitudes excluídas no cumplían los requisitos impuestos por el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), es decir, los alumnos no habían sido becados por el Departamento de Educación con una ayuda de comedor durante el curso recién concluido o se trataba de instancias procedentes del medio rural. Sin embargo, desde la Administración se asegura que Servicios Sociales estudiará y analizará cada caso para evaluar si estas familias pueden acceder a otro tipo de ayudas, pero no podrán acceder a los comedores.

Ayer, el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, ratificó que en el caso de que sobren fondos --el ministerio destinó una partida de 720.000 euros-- se podrían dirigir a "otras cuestiones", siempre dentro del marco de la lucha contra la pobreza infantil. "No queremos que ningún niño que lo necesite se quede sin beca por cuestiones de plazo", dijo.