El Canal Imperial de Zaragoza se volvió ayer transitable por unas horas. Barcazas de indios, monjas y obispos y hasta helenos de la antigua Grecia pidiendo la unidad popular participaron un año más en la ya tradicional Bajada del Canal. Alrededor de 300 embarcaciones se echaron al agua para pedir el acondicionamiento de la parte derecha de la zona, a la altura de San José.

Con la utopía como motor y una reivindicación en firme y permanente: que se cree el parque lineal del canal, los vecinos de Torrero, Venecia y La Paz navegaron desde el puente de Arnal Cavero hasta el puente de la Paz. En el mismo parque de La Paz los tripulantes disfrutaron de una comida popular y la fiesta se alargó, como siempre, durante toda la tarde con animación infantil y el concierto del Coro Libertario, Gaire y Magnetophones.

Los más frecuente fue ver barcas de palés, neumáticos y botellas de plástico, aunque algunos cómodos surcaron el canal con embarcaciones hinchables. Hubo luchas de agua y pocos fueron los que acabaron sin una gota de agua en sus chalecos salvavidas, vestimenta recomendada por la organización para participar en la bajada.

Y además de reivindicativa, la bajada fue también responsable. Después de la jornada los participantes recogieron todos los residuos para dejar el cauce y las orillas limpios.

A LA ESPERA

33 años después de la primera Bajada del Canal, la apariencia de su ribera ha cambiado notablemente. Aún así, los vecinos siguen reclamando que la orilla izquierda en la parte de San José, antes de llegar a la Paz, sea acondicionada. "El colegio que está en esa orilla se quejó hace poco de que la zona está muy afectada, la pasarela está fatal y hay muchos tramos de tierra", denunció Joaquín Salvador, secretario de la Asociación de Vecinos Venecia-Montes de Torrero. "Es cierto que han acondicionado muchas zonas, sobre todo con la Expo 2008, pero todavía quedan cosas por hacer", matizó. También piden un mantenimiento regular de los cauces y que tanto la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), como el Ayuntamiento de Zaragoza actúen para dignificar el canal, a pesar de "no tener claro en muchas ocasiones" de quién es la competencia.

Por el momento, las entidades vecinales implicadas en la dignificación y mejora del Canal Imperial no se han reunido con el nuevo equipo de Gobierno de la capital aragonesa para trasladarle sus peticiones y reivindicaciones. Esperarán a la constitución de las nuevas juntas de distrito para establecer contactos. "Vemos más factible ahora que nos hagan caso", explicó Salvador.

"La bajada se ha quedado ya como una actividad festiva y no solo del barrio, sino también para aquellos que tienen otras luchas durante todo el año", apuntó Salvador. Por ejemplo, dos embarcaciones de miembros de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) participaron en la bajada y se pudieron ver varias barcas con camisetas en defensa de la educación pública y pidiendo el inmediato dragado del Ebro.