A cuatro de cada mil mujeres que se someten a una exploración en Aragón se les detecta un cáncer y es el tumor maligno de mama el más frecuente como causa de muerte (3 % del total de muertes y 15 % del total de tumores).

Desde que en 2006 se implantara en Aragón el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama se han explorado a más de 200.000 mujeres en la Comunidad autónoma, gracias al cual, en 2016, último año analizado completo, se detectaron 210 tumores malignos.

Desde el año 2005 la mortalidad del cáncer de mama se ha reducido un 19 %, informan fuentes del Gobierno de Aragón en una nota de prensa con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama para recordar la importancia de la detección precoz para luchar contra esta enfermedad.

Durante el último año (de octubre de 2017 al mismo mes de este ejercicio) se han citado a una mamografía a 67.213 mujeres, de entre 50 y 70 años, de todo Aragón, de las que participaron 51.275, el 76,3 %.

El objetivo de los cribados es aumentar las posibilidades de detectar la enfermedad en una fase preclínica que mejore la efectividad del tratamiento respecto a un diagnóstico posterior.

Por provincias, Teruel es la que mayor porcentaje de participación presenta, con el 85,8 % de las mujeres citadas, frente al 73,6 % de Zaragoza y el 81,6 % de Huesca, porcentajes todos por encima del 70 % recomendado.

Con el fin de seguir reduciendo las cifras de mortalidad y lograr una mayor eficacia en este Plan, el Departamento de Sanidad ha apostado por la renovación tecnológica en los aparatos de cribado durante esta legislatura con la inversión, gracias en parte a la donación de la Fundación Amancio Ortega, de más de 5,4 millones de euros.

Así, se han renovado las cinco unidades de cribado de todo Aragón gracias a la adquisición de cuatro mamógrafos digitales, seis más de última generación y doce estaciones de trabajo.

Además, se han adjudicado dieciséis ecógrafos de alta gama y este año se ha concluido la tramitación de la actualización de otros cinco mamógrafos.

Los equipos adquiridos tienen un elevado rendimiento, tanto en el número de estudios realizados como en la calidad de las imágenes.

Estos nuevos aparatos mejoran notablemente el diagnóstico de esta patología, ya que la resolución de la imagen es mucho mayor, lo que permite detectar lesiones de pequeño tamaño y diferenciar entre distintos tipos de calcificaciones.

Esta tecnología permite también reducir la dosis de radiación a una tercera parte respecto a los anteriores mamógrafos.

Además, permiten realizar la prueba con más rapidez, el aparato es más ergonómico y se disminuye notablemente la presión que es necesario ejercer sobre la mama.

Estas mejoras se complementan con la inversión realizada en los aparatos destinados a tratamiento, como los tres nuevos aceleradores lineales que se van a instalar en la comunidad, así como la implantación de la radioterapia intraoperatoria en el Hospital Obispo Polanco de Teruel, prevista para los próximos meses.