La siringomielia es una enfermedad neurológica rara caracterizada por la presencia de cavidades quísticas llenas de líquido dentro de la médula espinal. El joven Jaime Ramón de Oza la padece, reside en Zaragoza, y ayer recibió una oleada de solidaridad en forma de un cheque de 8.000 euros con los que su familia podrá financiar una parte importante del tratamiento de rehabilitación y cuidados que necesita.

Fue la Fundación Seur, a través de la iniciativa Tapones para una nueva vida, la que ha logrado que este proyecto llegue con éxito a Aragón. Jaime es el beneficiario número 3 de la comunidad (y el 147 de España) gracias a la recolecta de 40 toneladas de tapones. En total, en Aragón se han recibido por medio de este plan 147.472 euros de este proyecto, gracias al reciclaje de 512 toneladas de estos envases de plástico. La recolecta tiene por fin sufragar los gastos médicos no cubiertos por la Seguridad Social de niños con enfermedades graves o para facilitar el acceso a complementos ortopédicos a aquellos otros que no tienen recursos. Fundación Seur ha entregado en España 1.045.949,22 euros gracias al reciclaje de 4.746 toneladas de tapones.

Además, con el reciclaje de este plástico se ha evitado la emisión de 7.119,50 toneladas de CO2, principal gas causante del cambio climático, según informó la fundación. «Harían falta 1.186.584 de árboles durante todo un año para alcanzar el mismo beneficio ambiental, equivalente a un bosque cuya superficie ocuparía 145 campos de fútbol», añadió.

En el acto de entrega estuvo presente ayer Vincent Pachevie, gerente de Seur Zaragoza, quien hizo la entrega del cheque a Mirian Iratxe de Oza, madre del pequeño. Además, en este mismo acto, Jaime recibió una colección de libros infantiles Garabato, de la editorial Signo Editores.

Se estima que la siringomielia la padecen en España unas 8.000 personas. Es una enfermedad crónica progresiva con largos períodos de estabilización sintomática y sus síntomas (pérdida de sensibilidad, dolor de cabeza o escoliosis) pueden aparecer a cualquier edad, pero la mayoría suele debutar entre los 25 y 30 años. La cavidad o siringo casi siempre comienza a formarse en la medula a nivel del cuello y se expande lentamente al centro de la médula espinal, por lo que se lesionan las fibras que recogen información de las sensaciones del dolor y temperatura. El deterioro neurológico es progresivo.