Un batallón de la Brigada de Cazadores de Montaña Aragón I, con base en Jaca (alrededor de 400 militares), vigilan la línea del AVE a los largo de sus más de 230 kilómetros por la comunidad aragonesa. Es una parte del dispositivo desplegado en todo el país en la lucha contra el terrorismo islámico.

Los soldados realizan vigilancias estáticas y están distribuidos en los puntos sensibles de la línea, como puentes, viaductos, cruces con carreteras y las cercanías de los grandes núcleos urbanos, principalmente.

Se trata del principal refuerzo recibido por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado desde que se descubriera un artefacto explosivo en la línea del AVE Madrid-Sevilla, a su paso por la provincia de Toledo.

Por otra parte, la Policía y la Guardia Civil han intensificado su vigilancia en los territorios de su competencia, pese a que las plantillas de ambos Cuerpos cuentan estos días con serias reducciones por encontrarse parte de sus efectivos en periodo vacacional.

REGISTROS Y CACHEOS En Zaragoza, policías de la Unión de Prevención y Reacción (UPR) realizan cacheos y registros selectivos de pasajeros en la estación de autobuses de Agreda en las horas punta de mayor tráfico de viajeros. Las actuaciones se desarrollan en los andenes por no disponer este centro de dependencias adecuadas para realizar esta labor con más discreción. Según informaron fuentes del Cuerpo, "hasta el momento no se ha producido ninguna queja ni ningún incidente con las personas civiles".

La vigilancia policial también se ha incrementado desde el 11-M en la estación de ferrocarril de Huesca, que cuenta con la ventaja de tener en el mismo punto la parada de los autobuses de viajeros. Asimismo, también hay una mayor presencia de agentes en la Intermodal de Zaragoza.

La Brigada Móvil, que según el organigrama del Cuerpo es la encargada de estos servicios y que no puede mantenerlos desde hace años por falta de efectivos, también se ha reforzado. Tras el 11-M ha pasado de tres a nueve policías, tres de ellos alumnos en prácticas, lo que permite realizar viajes de vigilancia en trenes entre Zaragoza y Huesca y Teruel.

Por otra parte, la Brigada de Información de la capital aragonesa ha abierto un archivo de inmigrantes de origen árabe. Sus miembros han aumentado el control sobre los establecimientos comerciales regentados por musulmanes, con visitas esporádicas a los mismos.