Alrededor de 400 personas han asistido hoy a una concentración en Zaragoza, desarrollada junto al simbólico monumento a la Constitución de Zaragoza, en la que han reivindicado salarios dignos y "Stop. Encarecimiento de vida", como afirmaba la pancarta que sostenían sus líderes.

Todos los delegados de CCOO y UGT, que participaron previamente en una asamblea, enarbolaban banderas de uno y otro sindicato en una reivindicación conjunta que se enmarca en las que comenzaron el pasado mes de diciembre, que han seguido en los meses siguientes, y que tendrá su continuación el próximo 1 de mayo en el Día del Trabajo.

Los secretarios generales en Aragón de CCOO, Julián Buey, y UGT, Daniel Alastuey, además de Ramón Górriz, secretario confederal de CCOO de Acción Sindical y Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, han encabezado la nutrida representación de delegados en Zaragoza.

Este acto de protesta se ha secundado en otro medio centenar de ciudades españolas, donde se ha reclamado también empleo de calidad, salarios dignos y la recuperación de los derechos sociales.

Tanto Cristina Antoñanzas (UGT) como Ramón Górriz (CCOO) han subrayado la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido en sus ingresos tanto los trabajadores como los pensionistas desde que comenzó la crisis en 2008, en unas movilizaciones que han asegurado van a continuar hasta que consigan sus objetivos.

En este sentido han señalado que el objetivo de incrementos salariales que se han marcado se sitúa en una horquilla entre el 1,8 y el 3 por ciento con los que los trabajadores puedan empezar a recuperar poder adquisitivo.

La responsable de UGT ha dejado claro que la reivindicación conjunta de los dos sindicatos es el "stop a la avaricia empresarial" porque después de "tres años de recuperación económica", los trabajadores no lo han visto reflejado en sus salarios.

Por ello ha insistido en que quieren hablar tanto con los representantes del Gobierno de España como con los empresarios porque en estos momentos, ha incidido, "están mirando para otro lado".

"Queremos que se visualice que no estamos de acuerdo en lo que se está haciendo en el país. Es hora de cambiar y de que se sienten a negociar", ha dicho.

Por todo ha expresado que sus demandas se centran en los problemas de empleo que tienen los ciudadanos porque es "precario, es temporal y parcial", además de las dificultades que encuentran los jóvenes para incorporarse al mercado laboral o que las mujeres sigan "estando discriminadas".

También ha apuntado que pretenden demostrar su fortaleza conjunta para conseguir una negociación colectiva de calidad en la que "el convenio sectorial prevalezca sobre el de empresa".

Antoñanzas ha recordado su entera disposición a dialogar pero también ha dejado claro que están dispuestos a "hacer las movilizaciones y los paros necesarios para recuperar los derechos que nos han robado".

Por su parte, Ramón Górriz, que ha hecho suyas las palabras de su compañera de UGT, ha destacado que "se ha acabado el tiempo de la devaluación salarial" una vez que los empresarios "ya han recuperado su tasa de beneficio en 2015".

También ha incluido a los pensionistas en las reivindicaciones porque "no pueden seguir perdiéndolo con subidas en 2016 del 0,25 por ciento, cuando la subida n ha sido del 1,6 y en 2017 puede acabar entre el 2,2 y 2,5" por lo que considera que se deben revalorizar en función del índice de inflación "y no en función del 0,25 que plantea el Gobierno".

Górriz ha recordado que España a nivel europeo es el "tercer país en desigualdad y el segundo en paro" y ha afirmado que "tras las frías estadísticas con las que se intenta engañar a la sociedad está la situación económica de las personas".

"La realidad es que hay 2,2 millones de parados de larga duración sin prestación y con un paro juvenil brutal", ha añadido.

Además ha recordado que en estos momentos hay mas de 7 millones de trabajadores que todavía no han negociado las condiciones económicas para 2017 y por ello tratan de impulsar los convenios para recuperar poder adquisitivo y plantear una negociación que "atienda a la permanencia y evite la destrucción de empleo que es lo que se ha hecho con la reforma laboral".

Ahora con el Partido Popular en minoría en el Congreso ha apostado por la colaboración entre la "izquierda parlamentaria y la social, en un momento clave para recuperar derechos".