Unos 500 niños nacen cada año en Aragón con algún tipo de transtorno auditivo, el 5% del total. Sin embargo, sólo uno de cada 3.000 sufrirá un problema de sordera profunda. Para detectar los transtornos de audición en los recién nacidos, el Departamento de Salud puso en marcha hace dos años el Programa de Detección Precoz de la Sordera, en el que se realizan pruebas a los entre 11.000 y 12.000 niños que nacen cada año en Aragón, ya sea en hospitales públicos o privados.

Según explicó ayer a Efe el director de Atención Especializada del Salud, Luis Callén, el programa de detección precoz ha permitido hallar un trastorno auditivo antes del primer mes de vida y supone un gran avance en el tratamiento de estos niños, ya que permite que la repercusión del problema sea menor. Y es que se calcula que el 80% de los problemas auditivos se presentan ya al nacer, lo que puede provocar retrasos en el desarrollo del lenguaje.

Desde que se puso en marcha este programa, solo en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, donde nacen el 40% de los niños en Aragón, se han realizado casi 10.000 pruebas. De ellas, 260 casos han precisado un segundo análisis y 41 han sido derivados al Servicio de Otorrinolaringología, que dirige el doctor Alberto Ortiz.

Cuando se detecta una sordera profunda, entre las opciones terapéuticas destaca por su efectividad el implante coclear, según destacó el director de este programa terapéutico, Héctor Vallés. En Aragón, esta técnica se empleó por primera vez en el Clínico, en 1994, por lo que se cumplen diez años de esta intervención. Desde entonces hasta ahora, ya se han realizado 63 implantes.

La presentación de estos resultados se abordará en la Jornada sobre el Diagnóstico y Tratamiento de la Hipoacusia Profunda, que se celebrará el día 26, en el Servet.