El consejero de Obras Públicas, Fernández de Alarcón, lamentó que de las partidas presupuestarias, haya 58 millones que se destinen a pagar "gastos bancarios" de empresas públicas, de los que 25,5 van destinados al agujero de Plaza. En este sentido, consideró que "una gestión responsable", en alusión al Gobierno socialista anterior, habría evitado emplear este dinero para gastos "que no producen desarrollo". "Nosotros, en cambio, con una inversión estable y sostenible, marcada desde la austeridad, no nos gastamos el dinero de nuestros nietos y dejamos al Gobierno que venga, que espero que sea del PP, una esperanza para el desarrollo de Aragón".