Hoy empiezan para muchos las 72 horas más tensas de un año electoral. Los nervios de muchos ciudadanos por si el azar ha querido que ayer, en el sorteo informatizado que realizó el Ayuntamiento de Zaragoza, su nombre está entre los 7.938 elegidos para formar parte de las mesas electorales de la llamada fiesta de la democracia. Para algunos una gran suerte, para otros un auténtico desbarajuste en sus planes. Hace solo seis meses que todos los españoles acudían a votar, hace solo cinco que lo hacían por segunda vez en el 2019, para las autonómicas y municipales, pero la fiesta continúa y esta tercera cita también requiere de presidentes y vocales en cada mesa donde poner una urna. Así que atención a los buzones, que las cartas empiezan a salir hoy rumbo a los domicilios de los agraciados.

Hacer el sorteo ayer, 15 de octubre, era una de las casi inexistentes novedades con respecto a la cita del 28 de abril. En seis meses pocas cosas pueden cambiar al respecto, solo la «instrucción 19/2019» que permitía «ampliar el plazo para adelantarlo para las notificaciones, recursos y resolución de los mismos en la Junta Electoral». La otra, que habrá «un colegio menos» esta vez, 148 en total por los «tratados de reciprocidad de la Unión Europea», según explicaba ayer Carmen Ana Corral, jefa de Organización y Servicios Generales del Ayuntamiento de Zaragoza.

MÁS DE 503.800 ASPIRANTES

Con expectación de un pleno a medio gas, solo 15 concejales de los 31, y sin el alcalde, Jorge Azcón, ni la vicealcaldesa, Sara Fernández, el ordenador hizo su función y escogió de forma totalmente automatizada a los 7.938 elegidos en Zaragoza. Entre los candidatos, los 503.800 integrantes del censo electoral, repartidos en dos bolsas distintas, los más de 320.000 aspirantes a ser vocal, a los que solo se les exige saber leer y escribir, y en otra los más 282.000 que optaban a presidir las mesas, que «deben tener Bachiller superior o formación de segundo grado o bien graduado escolar o similar». «A cada uno se le da un número de orden y el sistema diseñado por el servicio de Redes realiza el sorteo»

Se activaba así el funcionamiento rutinario de estos sorteos: «se notificará en los próximos tres días a partir de mañana (por hoy), y después tendrán siete días naturales para recurrir o presentar excusas y la Junta Electoral otros cinco para resolver». Así, en 15 días estará todo preparado y los invitados a la fiesta de la democracia ya sabrán que tienen que asistir al colegio asignado el 10 de noviembre.

Antes, el día 7, los presidentes de mesa tendrán que acudir a la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza para recibir las instrucciones y manuales para dirigir bien una jornada electoral en un puesto de tanta responsabilidad. Mientras llega todo eso estará la cuenta atrás de quienes les ha tocado estar y no pueden o creen que no pueden pero sí están obligados. Porque en esta fiesta, excusarse no siempre es fácil y hacer caso omiso al azar puede acarrear hasta penas de prisión.

HASTA UN AÑO DE PRISIÓN

«Es importante señalar que las personas que tengan alguna excusa lo argumenten de forma suficiente para que la pueda estimar la junta pero que a quien se le desestime o no la tenga, que comparezca, porque es que hay multas, que pueden ir de 3 meses a un año de prisión o sanciones de 6 a 24 meses, que son graves para nuestra vida personal», expuso la jefa del servicio de Organización municipal.

Así que ahora empiezan las prisas para quienes tenían otros planes para ese 10-N. «Para los viajes, que nos preguntan mucho sobre eso, habrá que presentar billete de avión o de tren y, si se ha cogido antes de la convocatoria electoral, puede ser admitido como excusa. Dicho esto, es la Junta Electoral de zona la que resuelve todos estos recursos». Son muchas las vicisitudes que pueden entrar en juego, «como casos de lactancia» o colectivos que quedan automáticamente exentos de participar en una mesa, «como los servicios de emergencia si ese día están de servicio, por ejemplo, o los candidatos al Congreso o al Senado, que también tendrán que acreditarlo». «Es el deber nuestro, es la democracia», remarcó Carmen Ana Corral.

Para el responsable municipal de Régimen Interior, Alfonso Mendoza, este sorteo era «un paso más hacia el día de las elecciones», un 10-N que comprende «el derecho a votar y la obligación de participar activamente en las mesas». Obligada estará su compañera en el PP, Paloma Espinosa, que se enteró en directo que estaba entre las elegidas, mientras el resto de ediles respiraban aliviados al no verse en el listado.