El 80% de las conductas violentas están motivadas por factores ambientales y el 20% por factores biológicos, según explicó ayer la profesora de Medicina Legal de la Universidad de Zaragoza y concejal del ayuntamiento, Dolores Serrat, durante la presentación del curso Formación integral en materia de violencia. Estrategias de prevención y tratamiento .

Serrat, quien incidió en que "el agresivo nace, pero el violento se hace", explicó que la agresividad es un instrumento de defensa que tienen todos los seres vivos, mientras que la violencia es "una forma de agresividad descontrolada o hipertrofiada". Una hipertrofia que puede estar causada por factores genéticos o biológicos, aunque los más frecuentes son los factores ambientales.

Además, la profesora añadió que precisamente estos factores ambientales, sobre los que resulta más fácil intervenir para prevenir la violencia, centran de atención del curso que se celebrará desde mañana y hasta el 15 de junio en la Facultad de Medicina de Zaragoza. Un curso que se ha dividido en cuatro mesas redondas que abordarán la violencia desde todas sus perspectivas y al que ya se han matriculado más de cien personas, en su mayor parte profesionales de los cuerpos de seguridad.

En relación con la violencia en el ámbito de la familia, Serrat destacó que no sólo se da la del hombre hacia la mujer, ya que también existe violencia entre la pareja, entre padres e hijos y no sólo física o psicológica, sino también económica o social que "privan a la persona de su libertad y desarrollo".

MALOS TRATOS Por otra parte, la profesora de Medicina Legal consideró que hay que diferenciar el maltrato de la violencia doméstica. El primero lo definió como una forma de violencia que persigue doblegar la voluntad de una persona por la fuerza, la coacción o el dominio económico, es habitual, se produce por un desequilibrio de poder y es progresivo "comienza por agresiones verbales o psíquicas antes que por violencia física".

En este punto, Dolores Serrat definió este tipo de violencia como violencia compensadora "de las propias frustraciones" y señaló que se da en personas inseguras que encuentran en esos actos "la forma de cumplir su rol masculino" que no son capaces de cumplir en otros ámbitos.