Un total de 80 localidades aragonesas llevan más de una década sin celebrar el nacimiento de un niño. Aunque se trata de pueblos en general poco poblados, esta nula natalidad durante más de diez años habla de la situación comprometida, a nivel demográfico, de estas poblaciones. Según los informes del Instituto Aragonés de Estadística, más de la mitad de estos pueblos se encuentran en la provincia de Zaragoza (44); otros 29, en Teruel, y siete en Huesca.

«Los datos reflejan que lo que eleva a nivel de población la ciudad de Zaragoza oculta lo que puede estar ocurriendo, en términos de natalidad, en el resto de la provincia», reflexiona Alfredo Peris, director del Instituto Aragonés de Estadística (Iaest), dependiente del departamento de Economía del Gobierno de Aragón. «Son bastantes más los pueblos en esta sequía demográfica en Zaragoza que en Teruel, y muchos más que en Huesca», afirma. De hecho, y no solo en este indicador se refleja, «la provincia de Huesca es de las tres aragonesas la que tiene elementos demográficos más equilibrados, con más municipios con una población asentada», afirma Peris.

En el último año con registros de natalidad disponibles por municipios (2019), el número de localidades en las que nacieron cinco bebés o menos se eleva hasta los 214, el 30% del total. Casi uno de cada tres pueblos aragoneses registraron entre uno y cinco nacimientos. De nuevo, el análisis por provincias delata la misma situación. Huesca es la provincia mejor parada, al tener 49 municipios en estas circunstancias, frente a los 82 de Teruel y los 83 de Zaragoza. «Los datos reflejan que los municipios de Huesca aguantan mejor este problema demográfico», señala Peris.

Vicente Pinilla, catedrático de la Universidad de Zaragoza en el departamento de Estructura e Historia Económica y Economía Pública, señala, no obstante, que estos registros no le sorprenden. «Hay muchos municipios en Aragón donde no hay mujeres en edad fértil, lo que explica la baja natalidad, y esto tiene que ver con el envejecimiento de la población», explica.

En este ámbito, subraya Pinilla, «la diferencia entre los municipios de menos de 100 habitantes y las cabeceras de comarca es abrumadora». Aun así, es una realidad que hay decenas de pueblos con población envejecida y largos periodos sin nacimientos. «Cuando se trata de poblaciones de menos de 50 habitantes cuyos vecinos tienen 50 años o más, comienza un lento proceso en el que ese pueblo se puede extinguir», analiza.

En este listado de 80 poblaciones que llevan al menos 11 años (del 2009 al 2019) sin registrar nuevos alumbramientos, hay municipios de más de 100 habitantes, como Trasobares (Zaragoza), y cerca del centenar, como Puente de Montañana (93 habitantes, Huesca) o El Frago (99 vecinos, Zaragoza), pero también otras con menos de 20, como Aguatón (18, Teruel), o que apenas superan la treintena, como Viacamp y Litera (36, Huesca).