Una abrumadora mayoría de aragoneses considera que la situación política española es negativa, en diversos grados. Así lo refleja el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que refleja esta opinión en un 82,1% de los encuestados en la comunidad. Este porcentaje supone un ligero empeoramiento en la percepción de este asunto respecto al anterior sondeo, hecho público a mediados del mes pasado, en el que era un 78,8%. Concretamente, un 43,5% ve la situación muy mala y un 38,6%, mala.

Frente a estos, y descontando un 1,6% que no contestó o dijo no saber del tema, solo un 15,1% ve el panorama político regular, un 0,8% bueno y únicamente un 0,4%, muy bueno.

Este sondeo, realizado entre casi mil aragoneses (996), lo que supone una muestra muy amplia en la comuniad, fue elaborado entre mediados del mes de septiembre y el pasado 13 de octubre, en puertas de conocerse la sentencia del procés catalán. Y ya reflejaba, en varios aspectos, un creciente hastío con la clase política.

Cambio

Prueba de ello es, por ejemplo, el podio de los problemas que, a juicio de los aragoneses, más afectan a la sociedad española. Entre ellos se cuela en tercer lugar la inestabilidad política, que es la principal preocupación del país para un 9,7% de los encuestados, desplazando a los problemas económicos, que en la anterior oleada ocupaban este puesto.

Esto es aún más significativo si se considera que los políticos y la política en general son el segundo mayor problema de la lista, el principal para el 22,5% de los aragoneses, como ya lo eran en el barómetro precedente. El primero sigue siendo el paro, para un 31,2%, aunque antes lo era para el 43,4%.

La lista la completan los problemas económicos, para el 7,5%; la corrupción y el fraude, para un 5%; el Gobierno u otros partidos en concreto, para un 4% o la estabilidad del empleo, para un 2,7%.

Hay que descender hasta el octavo peldaño de esta negativa clasificación para encontrar la independencia de Cataluña, el principal problema de España para un 2,6% de los aragoneses consultados por el CIS. Conviene recordar que esta encuesta se elaboró antes del conocimiento de la sentencia y los disturbios subsiguientes en la comunidad vecina, que probablemente hubiesen hecho escalar puestos a este particular.

Por detrás se sitúan las pensiones (el principal problema social para un 2,3% de los consultados) y la inmigración, para un 1,9%, entre otros asuntos más residuales en porcentaje. El asunto cambia si lo que se pregunta es cuál es el principal problema que afecta al propio encuestado. Aunque el paro sigue en cabeza, lo es para un 16,4%, seguido de cerca por los que contestaron que «ninguno» (un 16,2%), mientras las pensiones se sitúan en tercera posición (para un 12,1%) y la situación económica es la cuarta, para un 10,1%.

Esta última también es percibida negativamente por más de la mitad de los aragoneses consultados, aunque en mucha menor medida que la política. Un 53,8% de los aragoneses la ven negativa, dividida entre el 31,2% que la ve mala y el 22,6% que la considera muy mala. La respuesta más frecuente es «regular», para un 42,1%, mientras solo un 3% la tildan de buena y nadie de muy buena.

Ideología

El barómetro del CIS también incluye consultas sobre la autopercepción ideológica y social de los encuestados. Según esta, la sociedad aragonesa se considera de izquierdas por bastante mayoría, aunque esto no se corresponda exactamente con sus opciones de voto en otras categorías de la encuesta.

Al pedir a los sondeados que se clasifiquen en una escala ideológica del 1 al 10, siendo 1 lo más a la izquierda y 10 lo más a la derecha, el 59,9% se colocó a la siniestra (la mayoría, en los puestos más centrados) y solo un 28,1% a la diestra, con un 12,1% que prefirió no posicionarse. Por ideologías, predominan los socialistas (20,9%), conservadores (17,8%) progresistas (12,2%) y liberales, con un 10,9%, entre otras opciones más minoritarias.

En cuanto a la clase social, con respuesta libre, predominan los que se encuadran en la clase media (media-media), con un 45,6%, segundos de los de la clase media-baja (un 24,5%) y la clase trabajadora u obrera, con un 20,7% de los casos.

La encuesta también se refiere al factor religioso, en el que predomina la opción de católico no practicante entre los aragoneses. Un 47,6% se considera como tal, en correspondencia con la abrumadora mayoría que no va a misa nunca o casi nunca. Tras ellos se sitúan los católicos practicantes (29,7%), los ateos (7%), los no creyentes e indiferentes (5,2%) o los agnósticos (4,4%), por encima de los que profesan otros cultos, que son un 2,3%.