existen ya entre Huesca y Pamplona, gracias a los avances en la A-22. Pero todavía están pendientes de terminación o comienzo la variante de Almacellas y los 12 kilómetros entre la capital oscense y Siétamo. Una vez acabada, la A-22 acortará en unos 30 minutos la duración del viaje entre Huesca y la ciudad de Lérida. Pero, sobre todo, mejorará considerablemente la seguridad en un corredor peligroso en el que el tráfico ha ido aumentando de forma constante durante los últimos años.