La crisis sanitaria ha disparado las peticiones de ayudas urgentes en el Ayuntamiento de Zaragoza, que tuvo que ampliar la partida presupuestaria del 2020 para poder hacer frente a la demanda, con un aumento del número de familias nuevas que recurrieron a los servicios sociales del 48,8 % respecto al 2019, pasando de las 11.920 del 2019 a las 17.746. Las solicitudes ascendieron hasta las 47.570, un 19,81% más que en el año anterior, de las que el 94,5% fueron concedidas.

El consistorio destinó el año pasado 1,3 millones más para poder responder a las necesidades surgidas como consecuencia de la crisis social que acompaña a la sanitaria provocada por el coronavirus, de manera que el 2020 finalizó con una inversión de 11,4 millones en ayudas urgentes. Las de alimentación fueron las más demandadas, representando el 83,80% del total (39.873) y el 75,20% del importe concedido. En un solo año este tipo de subvenciones se han incrementado un 72,33%, pasando de las 23.138 peticiones del 2019 a las 39.873 del pasado año, de las que prácticamente la totalidad han sido concedidas.

Cuando se decretó el estado de alarma en marzo y se inició el confinamiento residencial el Estado acordó suspender los desahucios y la prohibición de cortar los suministros de luz, el agua y el gas, decisión que se ha prolongado en el tiempo. En consecuencia, el alcalde, Jorge Azcón, decidió que solo se concedieran las ayudas de alimentación, algo muy criticado desde las entidades sociales.

Por este motivo, las correspondientes al pago de los recibos de la luz solo representan el 3% del total (1.404), cinco puntos menos que en el 2019, y las del alquiler un 9,24% (4.396), un 12% menos que en el ejercicio anterior. En ambos casos se produjo un descenso en el número de solicitudes, del 61,53% para el pago de la electricidad y del 44,39% para hacer frente al arrendamiento.

Aunque de media la cuantía que ingresan las familias se redujo un 7,43%, sí que se aumentó el importe medio concedido por el ayuntamiento en estos dos conceptos, que se elevó hasta los 586,51 euros para el alquiler (un 28,31% más) y los 188,79 euros para afrontar los recibos de la luz (un 15,24% más). Sucedió lo contrario con las ayudas de alimentación, que se redujeron un 1,20%, pasando de los 228,85 euros que se abonaban en el 2019 a los 228,85 del año pasado.

En cuanto a la lista de espera, aquellos usuarios de los servicios sociales que solicitaban apoyo para la cesta de la compra apenas tenían que esperar tres o cuatros días para que le concedieran la solicitud y le abonasen la ayuda (a través de tarjetas que se pueden utilizar en determinados supermercados). Son las más rápidas ya que se entiende que requieren de una mayor celeridad. De media, y tras recortarse los tiempos respecto al 2019, los servicios sociales tardan 3,51 días en conceder una ayuda, y 8,43 en abonarla.

Para que se conceda una ayuda para el pago del alquiler hay que esperar de media 13,51 días y otros 25,4 para recibir el ingreso, que se elevan a 19,25 días y 29,88 respectivamente si lo que se solicita es apoyo para las facturas de la luz.