La carretera A-220, que conecta La Almunia de Doña Godina con Belchite a través de Cariñena, acumula dos víctimas mortales en sendos accidentes en apenas ocho días. Han sido la última del 2016 y la primera del 2017, tras la salida de vía que costó la vida anteayer a Pablo Zarazaga,, un joven de 20 años que, según detalló ayer la Guardia Civil, era vecino de Zaragoza aunque originario de Villanueva de Huerva.

Este último siniestro, como se publicó, tuvo lugar por una salida de vía por el margen derecho, tras lo cual el turismo que conducía el joven se salió y cayó por un terraplén. Según explicaron ayer fuentes consultadas, fueron la familia y amigos del joven quienes dieron aviso de que no había llegado a Villanueva, sobre las 17.30 horas. Había comido con sus padres en Paniza y lo esperaban en su pueblo. El rastreo de los agentes permitió localizar el coche sobre las 21.00 en el mismo término municipal y las tareas de rescate del cuerpo, para las que se requirió a los bomberos de la Diputación de Zaragoza, se prolongaron hasta cerca de la medianoche.

A falta del informe completo del instituto armado, ayer se apuntaba como causa probable del accidente la velocidad inadecuada. El anterior, ocurrido a 25 kilómetros del de anteayer, en Almonacid de la Sierra, parece tener que ver más con la niebla que había en la carretera cuando el conductor, de 67 años, intentó adelantar. Chocó con un camión y falleció su acompañante, una mujer de 63. Ambos eran vecinos de la localidad vizcaína de Sestao.

Aunque ambos siniestros parecen tener una causa apuntada, los vecinos de la zona y los usuarios habituales de la vía consultados por este diario lamentaban el descuido del trazado.

El alcalde de Villanueva, Ferlipe Gómez, explicaba que el pueblo quedó consternado porque, aunque Pablo vivía en Zaragoza, su padre es de Villanueva y él pasa muchas temporadas allí. De hecho el funeral se celebrará en la localidad, hoy por la mañana.

Gómez lamentaba que, pese a sus frecuentes quejas, la vía no cuenta con los arreglos adecuados. Asfaltan, contaba, pero no arreglan el trazado. «Lleva 7 años limitada a 50 kilómetros por hora, por algo será», exponía. Además del trazado y el asfalto en mal estado, sufre un denso tráfico de vehículos pesados. Por el momento, cree, la DGA no tiene dinero para adecentarla .