Los vehículos ya pueden circular por el último tramo abierto de la Autovía Mudéjar, la A-23, en dirección a Jaca, entre Nueno y Congosto de Isuela. La circulación está abierta después de los trabajos realizados en la vía y en la N-330 para adaptarla a su nueva condición de autovía. En sentido Huesca, sin embargo, la vía permanece cerrada para efectuar los cambios en la señalización, por parte del Ministerio de Fomento, según publicó Radio Huesca.

En estos momentos la A-23 cuenta con diez tramos en proceso de ejecución, como son los que unen Congosto de Isuela, Árguis, el Alto de Monrepós, Caldearenas, Lanave, el embalse de Javarella y dos accesos a Sabiñánigo.

A estos se une el tramo entre el acceso oeste a Jaca y Santa Cilia, este en la autovía A-21, un recorrido que cuenta con un presupuesto de más de 70 millones de euros para sus nueve kilómetros de longitud. También está en obras el siguiente tramo, el que conecta Santa Cilia y Puente la Reina, de algo más de siete kilómetros y presupuestado por otros 30 millones de euros para su realización.

Por último, en la A-22 queda pendiente de apertura el tramo entre las localidades de Huesca y Siétamo, que permitiría completar la conexión por autopista entre Huesca y Lérida tras la conversión en autovía del resto del recorrido.