La falta de pruebas incriminatorias y las ganas que tiene de «olvidar» a la víctima han llevado a la titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza, Milagro Rubio, a absolver a un vendedor ilegal del Rastro de Zaragoza, Felipe Ramón G. G., que fue acusado de apuñalar a otro por ocupar una zona en la que suelen colocarse estos comerciantes.Fue en el transcurso de una pelea multitudinaria en la que intervinieron otros tenderos, entre los cuales estaba Raimundo F. A., que ha sido condenado al pago de una multa de 150 euros por un delito leve de maltrato, ya que agredió a la víctima con un bastón estoque. Los hechos ocurrieron a las 11.15 horas del 27 de diciembre del 2015.

El absuelto, defendido por la abogada Carmen Sánchez, alegó desde el momento de la detención que ese día no había ido al Rastro y, por tanto, era imposible que fuera el autor. Una argumentación que, unida a que la víctima no le identificó durante la vista oral, ha llevado a la magistrada a este pronunciamiento.

De modo muy parecido resuelve en lo que respecta a una mujer que fue detenida en el fragor de la pelea multitudinaria, Violeta J. G., a quien tampoco pudo identificar la víctima. Ante ello, su defensora, Olga Oseira, pidió que se le retiraran los cargos como, finalmente, aceptó la Fiscalía.

Aunque la autoría del ataque sigue en el aire, la jueza señala que la tentativa de homicidio se produjo. Y es que la víctima recibió una puñalada a escasos dos centímetros de su corazón. El abrigo que llevaba evitó que el arma penetrara por completo.