La Audiencia de Zaragoza ha absuelto a un joven que fue juzgado por la presunta tentativa de asesinato, con un cuchillo jamonero, de un amigo con el que compartió previamente en su casa bebidas alcohólicas y cannabis.

El acusado se enfrentaba a penas que sumaban 15 años y 4 meses de prisión e indemnizaciones por un total de 16.000 euros como presunto responsable de la tentativa de asesinato, pero también como supuesto autor de delitos de robo con violencia y de lesiones.

El tribunal considera probado que el 6 de noviembre de 2015, ambos jóvenes quedaron en casa del acusado y que éste, tras cenar y consumir drogas y alcohol, le propuso a su amigo mantener relaciones sexuales, circunstancia no acreditada durante la vista.

Sobre las 10.45 horas de la jornada siguiente, el denunciante solicitó ayuda por las heridas sufridas con un instrumento cortante en su rostro y en la palma de la mano derecha, lesiones por las que estuvo dos días hospitalizado y que le han dejado secuelas diversas.

El joven herido denunció también la desaparición de objetos de su domicilio por valor de 686 euros, entre los que se encuentran un teléfono móvil, una tableta y una cartera de piel.

En su sentencia, la Audiencia, a tenor del informe de los forenses, señala que el joven denunciante padecía un trastorno delirante persistente que pudo verse agravado por el consumo de alcohol y drogas, y no descarta que fuera él mismo el autor de las heridas.

Señala que el relato de hecho no permite conocer "a ciencia cierta" que es lo que ocurrió, a pesar de que la "apariencia" induce a pensar en la posibilidad de una tentativa de asesinato.

Destaca, asimismo, el tribunal que la prueba de ADN llevada a cabo en el cuchillo jamonero utilizado no reveló rastros genéticos del acusado sino tan sólo del denunciante.

Los magistrados aseguran tener "dudas" respecto a la autoría de los hechos denunciados y optan por aplicar el principio "in dubio pro reo" para dictar una sentencia absolutoria.