La Audiencia de Zaragoza ha absuelto a James M. R., ciudadano de origen nigeriano juzgado por la presunta violación de la tía de su novia. Los hechos ocurrieron el 4 de mayo del 2002 y el tribunal considera que no hay pruebas suficientes para desvirtuar la presunción de inocencia del acusado.

En el juicio, la presunta víctima, que había mantenido relaciones sexuales con el acusado con anterioridad, explicó al tribunal que el joven la asaltó en su vivienda y consiguió penetrarla tras más de una hora de forcejeo. No obstante, James M. R., que aquel día llevaba una prótesis en una pierna, no presentaba ningún rasguño.

La sentencia señala las contradicciones en las que incurrió la mujer al relatar los hechos y la dificultad de que se produzca una violación tal como manifestó la denunciante. Según dijo, el supuesto violador se apoyaba con una mano en una ventana mientras se produjo el forcejeo.

Asimismo, el tribunal manifiesta su extrañeza por el hecho de que el acusado eyaculara fuera de la vagina a petición de la denunciante, una conducta que no suele producirse en casos de agresión sexual.

Los jueces aplican el principio in dubio pro reo , por el que la duda sobre la culpabilidad favorece al acusado, para pronunciar una sentencia absolutoria y atiende los argumentos planteados durante la vista oral por la abogada de la defensa, Begoña Cerezo.

El ministerio fiscal solicitaba para el acusado una condena de siete años de prisión, mientras que la letrada de la acusación particular, María José Berdún, elevaba su petición a nueve años.